El 18 de julio de 2023, Irma Hernández Cruz, una respetada maestra jubilada de 62 años que complementaba sus ingresos manejando un taxi en Álamo Temapache, Veracruz, fue secuestrada por un grupo criminal frente al Mercado Municipal. Seis días después fue hallada sin vida, convirtiéndose en el símbolo de la violencia que enfrentan los trabajadores del transporte en México. Su caso ha inspirado un corrido que narra con crudeza su tragedia y que se ha viralizado en plataformas digitales.
Un video difundido ampliamente en redes sociales, mostraba a la docente arrodillada y rodeada de hombres armados y encapuchados, obligada a enviar un mensaje a otros taxistas: “Compañeros, con la mafia veracruzana no se juega”. Las imágenes, grabadas frente a testigos que no intervinieron, evidenciaron la audacia de los grupos delictivos que operan en la región.
El corrido, compartido masivamente en TikTok, describe con precisión forense los hechos: “Un viernes de julio, al filo del día/la rodea un comando, nadie intervenía”. La letra revela que Hernández Cruz, propietaria de dos taxis (incluyendo la unidad 554 que manejaba), se había negado a pagar las extorsiones que el grupo criminal exigía. “No fue un ajuste ni por dinero/fue castigo por no andar en sendero”, sentencia la canción.

La víctima, descrita físicamente en los reportes de búsqueda como una mujer de 1.50 metros de estatura, ojos café oscuro y con una distintiva mancha bajo el ojo izquierdo, necesitaba tratamiento médico especializado. El corrido la retrata como “mujer de respeto” que “a los 62 con el sol en la cara manejaba un taxi para llenar su casa”.
Este crimen ocurrió en un contexto de violencia creciente contra transportistas en la región. Solo un mes antes, Jorge Néstor ‘P’, líder de taxistas de la ruta Álamo-Estero del Ídolo, había sido secuestrado por motivos similares. El corrido no solo lamenta la pérdida de Hernández Cruz, sino que cuestiona la inacción estatal: “Dónde está el gobierno que dice cuidar?/dónde la justicia? que suele gritar”.
La canción detalla el hallazgo del cuerpo “en un rancho lejano, sembrada de estrés” y describe el duelo de una comunidad que despidió a la maestra “con rabia callada”. Musicalmente, el corrido sigue la tradición de narrar sucesos trágicos, pero incorpora elementos contemporáneos al señalar cómo “en redes voló su cara encapuchada”.
El fenómeno del corrido como medio para denunciar injusticias sociales ha cobrado fuerza en México. En este caso, la canción no solo documenta un crimen, sino que expone la precaria seguridad que enfrentan los trabajadores informales y la normalización de la extorsión. Las estrofas finales resuenan como un grito colectivo: “Qué le queda al pueblo… más que rezar”.
Mientras las autoridades continúan la investigación, el corrido de Irma Hernández Cruz se ha convertido en un testimonio musical de resistencia, manteniendo viva la memoria de la maestra y poniendo en evidencia las fallas del sistema de seguridad en Veracruz. La canción, que ya supera el millón de reproducciones, representa una nueva forma de periodismo popular que documenta la violencia a través del arte.