Mandan detrás de las vallas a líderes morenistas durante informe de Sheinbaum

La presidenta Claudia Sheinbaum rindió su primer informe de gobierno en el Zócalo de la Ciudad de México, donde miles de personas se congregaron para escuchar su mensaje. Más allá del discurso presidencial, el acomodo de los asistentes en el templete reveló un detalle político: Adán Augusto López Hernández, Ricardo Monreal, Andrés López Beltrán y Manuel Velasco, operadores clave de la Cuarta Transformación, fueron colocados en la llamada “zona VIP”, pero confinados en un redil que los mantuvo apartados de la “zona diamante”, reservada para gobernadores y familiares de la mandataria.

El contraste no pasó desapercibido. Hace nueve meses, en ese mismo escenario, López Hernández, Monreal, López Beltrán y Velasco protagonizaron una polémica selfie en la que, absortos en la foto grupal, dejaron pasar a Sheinbaum sin saludarla. El episodio fue justificado después como un descuido, pero ahora, en el marco de un acto político de mayor envergadura, los operadores fueron colocados en un espacio acotado, lejos de los reflectores principales.

En la “zona diamante” estuvieron familiares de la presidenta y mandatarios estatales, quienes sí pudieron acercarse para saludarla y acompañarla en el templete. Mientras tanto, en la fila de operadores se encontraban también Andrés Manuel López Beltrán, Alejandro Esquer y Luisa María Alcalde, todos dentro del mismo confinamiento que marcó la separación simbólica respecto a los espacios de honor.

Durante el evento, Sheinbaum se tomó selfies con las gobernadoras de Baja California, Marina del Pilar Ávila, y de Campeche, Layda Sansores, mientras Monreal y Velasco levantaban el puño al grito de “Presidenta”. Adán Augusto López, en tanto, realizó un ademán confuso con los brazos, mientras que López Beltrán se limitó a registrar la escena con su teléfono móvil. La mandataria apenas los saludó de lejos antes de continuar con su recorrido entre otros invitados.

La escena de este 1 de octubre recordó inevitablemente el episodio anterior: cuando por capturar una fotografía, los operadores dejaron pasar a Sheinbaum sin saludarla en su camino hacia el templete. Esta vez, aunque estaban en primera fila, su ubicación transmitió un mensaje distinto: sí presentes, pero en un espacio acotado.

Mientras tanto, personajes como Gerardo Fernández Noroña, ahora sin cargo en el Senado, se movían entre filas buscando un lugar, y la senadora Andrea Chávez fue recibida como figura mediática, saludando desde la estructura metálica a sus seguidores como si se tratara de un concierto.

El acto contó con un templete alto con 26 sillas para el gabinete legal y la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, quien dio paso al mensaje presidencial. En el acomodo quedó claro que, en el primer informe de Sheinbaum, no todos los cercanos a la Cuarta Transformación tuvieron el mismo lugar ni el mismo acceso.

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Filiberto Cruz

Filiberto Cruz