El grupo financiero Citi anunció este miércoles un acuerdo con el empresario mexicano Fernando Chico Pardo para adquirir el 25% de participación accionaria en Banamex. La transacción se realizará a través de una compañía propiedad de Chico Pardo y miembros de su familia, marcando un paso significativo en el proceso de desinversión de Citi en el negocio bancario mexicano. Al cierre de la operación, Fernando Chico Pardo será nombrado presidente de Grupo Financiero Banamex, mientras que Ignacio Deschamps permanecerá como presidente ejecutivo y Manuel Romo continuará como director general.
Jane Fraser, CEO de Citi, calificó la inversión como “un rotundo respaldo a la fortaleza y el potencial de Banamex” en un comunicado oficial del grupo financiero. La ejecutiva añadió que “también refleja la relación estratégica a largo plazo que estamos construyendo con Fernando mientras trabajamos hacia una salida a bolsa planificada y materializamos el valor total de esta icónica institución para nuestros accionistas”. Fraser destacó el papel histórico de Banamex como “pilar del sistema bancario mexicano” y expresó confianza en que “seguirá impulsando la estabilidad y el crecimiento a largo plazo”.

Fernando Chico Pardo, actual presidente del Consejo de Administración de Grupo Aeroportuario del Sureste (ASUR), adquirirá aproximadamente 520 millones de acciones ordinarias de Banamex a un precio fijo equivalente a 0.80 veces su valor en libros, determinado bajo criterios contables mexicanos a la fecha de cierre. El empresario mexicano, nacido el 15 de febrero de 1952 en la Ciudad de México, es graduado en Administración de Empresas por la Universidad Iberoamericana y posee un MBA de la Kellogg School of Management de Northwestern University.
La trayectoria empresarial de Chico Pardo incluye su inicio profesional en Wall Street, seguido por la fundación en 1982 de la casa de bolsa Acciones y Asesoría Bursátil, que posteriormente se fusionó con Grupo Financiero Inbursa, controlado por Carlos Slim. Después de dejar Inbursa en 2003, se convirtió en el principal accionista de ASUR, compañía dedicada a la operación de aeropuertos en el sureste de México y en San Juan, Puerto Rico. Bajo su liderazgo, ASUR ha expandido y diversificado sus operaciones, convirtiéndose en referente de la industria aeroportuaria latinoamericana.
Además de su papel en ASUR, Fernando Chico Pardo es fundador del fondo de inversión Promecap, que administra activos por 5,000 millones de dólares. Ha ocupado posiciones en los consejos de administración de importantes empresas como Grupo Carso, Condumex y Grupo Posadas, demostrando versatilidad y capacidad para diversificar sus inversiones a través de múltiples sectores económicos. ASUR, bajo su dirección, opera 16 aeropuertos incluyendo el Aeropuerto Internacional de Cancún, uno de los más transitados de México, contribuyendo significativamente al turismo, generación de empleo y desarrollo económico del sureste mexicano.
El empresario también se destaca por su labor filantrópica, con participación en iniciativas relacionadas con salud, educación, medio ambiente y artes, reflejando su compromiso con la responsabilidad social y el impacto positivo en la sociedad mexicana. Esta adquisición representa su reingreso al sector financiero mexicano después de su exitosa trayectoria en el sector aeroportuario y de inversiones.
La operación se enmarca en la estrategia anunciada previamente por Citi de realizar una salida progresiva de Banamex a través de una oferta pública inicial (IPO) en el mercado bursátil mexicano. La entrada de Chico Pardo como accionista significativo y presidente del grupo financiero aporta capital local y experiencia empresarial mexicana al proceso de transición, fortaleciendo la gobernanza corporativa de Banamex en preparación para su eventual independencia total de Citi.
La adquisición representa uno de los movimientos corporativos más significativos en el sector financiero mexicano reciente, marcando el inicio de la desinversión formal de Citi en Banamex. El regreso de capital mexicano a la propiedad de una de las instituciones bancarias más tradicionales del país simboliza un cambio importante en la estructura del sistema bancario nacional, abriendo la puerta a mayor participación de inversionistas locales en el capital del grupo financiero.