La cocina mexicana, conocida por su riqueza cultural, sabores intensos y variedad de ingredientes, ha dado origen a una alternativa innovadora frente al consumo de bebidas azucaradas: Cilantro Cool, un refresco natural, sin azúcar, desarrollado por estudiantes de la Universidad del Valle de México, Campus Veracruz. Esta bebida nace como respuesta al creciente interés por opciones más saludables, en un contexto donde el consumo de refrescos tradicionales sigue dominando el mercado y representando un riesgo para la salud pública.
El desarrollo de Cilantro Cool surge dentro de un programa universitario enfocado en generar impacto positivo social, ambiental y sanitario. Su inspiración se encuentra en la tradición local del municipio de Omealca, Veracruz, donde el agua de cilantro es una bebida común y reconocida por sus propiedades digestivas. Dos de las estudiantes creadoras del proyecto, Neferthary y Valeria, originarias de esta región, aportaron esa conexión cultural que permitió combinar tradición con biotecnología para dar forma a una bebida funcional.
Mediante la aplicación de técnicas de extracción e infusión, así como métodos de conservación natural, los estudiantes lograron crear un refresco con perfil fresco y ligeramente cítrico, gracias a la incorporación de cáscaras de limón y naranja. Esta elección no solo potencia el sabor, sino que también promueve el aprovechamiento de ingredientes que usualmente serían desechados.
El cilantro, ingrediente principal de la bebida, ha sido valorado desde hace siglos tanto en la gastronomía como en la medicina tradicional mexicana. Originario del sudeste asiático y el norte de África, esta hierba se ha arraigado en la cocina mexicana y se utiliza en múltiples platillos. Su valor nutricional es alto, con propiedades antiinflamatorias y antisépticas, así como una rica composición de vitaminas y minerales, incluyendo vitamina C, K, A, B1, B2, hierro, calcio, fósforo, magnesio y betacarotenos.

Además de su uso culinario, el cilantro ha sido conocido en la medicina popular como un auxiliar digestivo, útil contra el estreñimiento, los cólicos y otros malestares. Sus aceites esenciales ayudan a mejorar el funcionamiento del sistema digestivo, mientras que su capacidad antioxidante combate radicales libres y puede ofrecer protección contra enfermedades crónicas. Estudios preliminares sugieren que el cilantro también puede reducir niveles de colesterol, auxiliar en el control de la glucosa y proteger el hígado gracias a sus antioxidantes naturales.
Consumir cilantro en forma fresca, como en infusiones o jugos, es ideal para conservar sus beneficios. En ese sentido, Cilantro Cool ofrece una alternativa práctica para incorporar esta hierba en la dieta diaria, sin necesidad de cocción, lo que permite aprovechar al máximo sus propiedades.
La relevancia de este refresco no puede entenderse sin considerar el contexto del consumo de bebidas en México. El país ocupa el primer lugar mundial en consumo de refrescos, con un promedio de 163 litros por persona al año, superando en un 40% a Estados Unidos. Estas bebidas suelen contener altos niveles de azúcares añadidos como fructosa o jarabe de maíz de alta fructosa, los cuales aportan calorías vacías y carecen de nutrientes.
El consumo excesivo de estos productos está vinculado directamente a problemas graves de salud como obesidad, diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y deterioro dental. La situación se vuelve aún más alarmante cuando se considera que estas enfermedades están entre las principales causas de mortalidad en México, lo que convierte al consumo de bebidas azucaradas en un factor crítico en la salud pública.
Frente a este panorama, Cilantro Cool no se presenta únicamente como una innovación gastronómica, sino como una propuesta estratégica de bienestar. Al ser completamente libre de azúcar y conservadores, y con bajo contenido calórico, representa una respuesta concreta a la necesidad de reducir el consumo de bebidas nocivas. Su formulación fue pensada para impactar positivamente en la salud de quienes buscan una alternativa más consciente sin sacrificar sabor.
Más allá de su componente funcional, la bebida se erige también como símbolo del encuentro entre la tradición y la tecnología. La elección del cilantro no fue accidental, sino el resultado de una reflexión profunda sobre los saberes ancestrales de comunidades locales y su potencial en el contexto actual. A través de este producto, los estudiantes de la UVM han logrado no solo un aporte al mercado de bebidas saludables, sino también un ejemplo de cómo la educación, la ciencia y la identidad cultural pueden trabajar juntas.

En una sociedad que enfrenta retos significativos en salud pública, nutrición y sostenibilidad, Cilantro Cool se presenta como una alternativa viable y con sentido. Al incorporar ingredientes conocidos, locales y saludables, y al rechazar aditivos artificiales y azúcares, este refresco ofrece más que una experiencia refrescante: propone un cambio en los hábitos de consumo y en la manera en que se entiende la alimentación.
Su creación confirma que es posible transformar tradiciones en soluciones, y que la innovación puede estar en una planta que ha estado en las cocinas mexicanas durante generaciones. En este contexto, el refresco de cilantro no es solo una novedad, sino una opción con raíces profundas y visión de futuro.





