Cierre de gobierno en EE UU se extiende; fracasan votaciones

Las propuestas de financiamiento provisional presentadas por demócratas y republicanos fracasaron nuevamente este lunes en el Senado estadounidense, extendiendo el cierre del Gobierno federal que actualmente afecta a más de 1.3 millones de trabajadores de diversas agencias gubernamentales. Esta es la quinta votación fallida consecutiva desde que inició el cierre hace seis días, manteniendo en suspenso las operaciones federales no esenciales y dejando sin pago a cientos de miles de empleados públicos.

El proyecto republicano para dar salida al cierre de Gobierno fue rechazado con una votación de 52 a favor y 42 en contra, sin alcanzar los 60 votos requeridos para su aprobación en la cámara alta. Minutos antes, la propuesta demócrata había corrido la misma suerte, evidenciando la profunda división partidista que persiste en el Congreso respecto a los términos del financiamiento gubernamental y los programas de gasto que deben priorizarse en el presupuesto provisional.

La principal disputa entre ambos partidos se centra en el subsidio de atención médica Obamacare, cuyo financiamiento vence este año. Los demócratas intentan que la financiación provisional se enfoque en prorrogar este programa, mientras que la Administración del presidente Donald Trump ha acusado, sin presentar pruebas concretas, que dicho programa beneficia principalmente a migrantes indocumentados. Esta divergencia fundamental ha impedido cualquier avance legislativo durante casi una semana.

La propuesta republicana logró el apoyo de dos senadores demócratas: Catherine Cortez Masto y John Fetterman, así como del senador independiente Angus King. Sin embargo, este respaldo transversal no fue suficiente para acercarse a la supermayoría requerida de 60 votos. Por el lado republicano, el senador Rand Paul fue el único miembro de la mayoría que decidió votar en contra de la iniciativa de su propio partido, complicando aún más las negociaciones.

Como consecuencia inmediata de esta nueva votación fallida, el cierre del Gobierno federal se extenderá al menos un día más, manteniendo suspendidos de sus puestos de trabajo a más de 700,000 empleados considerados no esenciales en diversas agencias gubernamentales. Adicionalmente, otros 700,000 trabajadores federales continúan laborando sin garantía de pago inmediato, incluyendo personal de seguridad y servicios esenciales.

El presidente Donald Trump se refirió al estancamiento desde la Casa Blanca, sugiriendo que podrían suceder “cosas buenas” en referencia a una posible negociación para el financiamiento de la asistencia médica en el país que podría poner fin al cierre. No obstante, representantes demócratas aseguraron que hasta el momento no existen negociaciones formales con la Casa Blanca, aunque confirmaron que están dispuestos a sentarse en la mesa de diálogo para encontrar una solución bipartidista.

La prolongación del cierre podría tener consecuencias adicionales para la fuerza laboral federal. Según una orden girada por la Administración hacia las diversas agencias la semana pasada, si el cierre se extiende por más tiempo, podría ser aprovechado para el despido de empleados que no sean considerados esenciales, lo que agravaría la situación de miles de familias dependientes del salario gubernamental.

El Departamento del Tesoro advirtió este lunes que la ausencia de controladores aéreos en sus puestos de trabajo comenzó a generar problemas operativos esta semana, y expresaron su preocupación de que más trabajadores se reporten como enfermos, afectando significativamente la fluidez de vuelos comerciales y de carga en el espacio aéreo estadounidense. Esta situación refleja el impacto creciente del cierre gubernamental en servicios críticos para la economía y la seguridad nacional del país.

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Filiberto Cruz

Filiberto Cruz