CDMX lanza “Tenochtitlan: 700 años en corto”

La Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, a través del Fideicomiso para la Promoción y Desarrollo del Cine Mexicano en la Ciudad de México (Procine CDMX), lanzó la convocatoria “Tenochtitlan: 700 años en corto”, un concurso que invita a niñas, niños, adolescentes y adultos residentes en la capital a producir cortometrajes de uno a tres minutos con herramientas cotidianas como celulares o tabletas; la iniciativa, que se realiza en la Ciudad de México y estará abierta hasta el 5 de septiembre de 2025 con premiación el 18 de octubre en el Museo de la Ciudad de México, busca estimular la creatividad y la participación ciudadana para preservar y difundir el patrimonio cultural de la capital mediante historias filmadas en formato horizontal, resolución Full HD y archivo .mp4 con un peso máximo de 3 GB.

La directora de Procine CDMX, Abril Alzaga, explicó para Excélsior que el propósito central es invitar a las y los capitalinos a mirar su entorno con ojos de historia y de futuro, y a narrar en corto la memoria de una ciudad que se reconoce en sus raíces. Desde esa perspectiva, la convocatoria plantea un punto de encuentro entre la creación audiovisual accesible y la difusión de la cultura local, con especial énfasis en el vínculo con los pueblos originarios. “Queremos ver qué cosas nos conectan con nuestros pueblos originarios y con nuestra cultura milenaria, y cómo eso llega hasta nuestros días”, señaló, al subrayar que el valor de las propuestas no radicará en encuadres sofisticados, sino en la claridad y fuerza de las ideas filmadas con recursos a la mano.

El concurso propone cuatro ejes narrativos que orientan la investigación y la mirada de quienes participen. La primera línea es la de los códices, documentos antiguos que, a partir de símbolos y glifos, permiten reconstruir escenas de la vida prehispánica y comprender cómo se registraban rituales, oficios y genealogías. La segunda ruta temática se enfoca en la cosmovisión y la espiritualidad, donde caben los dioses, los calendarios, las formas de concebir el tiempo y la naturaleza, así como la relación cotidiana con el entorno. Un tercer campo de exploración es la vida lacustre del Valle de Anáhuac, ligada a canales, chinampas, cuerpos de agua y sistemas de manejo hídrico que sostuvieron a la gran Tenochtitlan y que hoy dialogan con la fisonomía urbana de la capital. La cuarta propuesta coloca al nopal como símbolo de identidad, alimento ancestral y elemento de la medicina tradicional, de modo que cada historia pueda tender puentes entre costumbres, sabores y prácticas que siguen presentes.

La amplitud de destinatarios confirma el carácter incluyente de la convocatoria. No se limita a profesionales del cine o la comunicación, sino que está dirigida a cualquier persona residente en la Ciudad de México con interés en contar una historia breve y bien planteada. Desde Procine CDMX se remarca que no se buscan encuadres profesionales, sino narraciones que conecten con el público y revelen cómo perviven las raíces en la vida cotidiana. En esa línea, la recomendación operativa de la directora es aprovechar la luz natural y explorar espacios como museos, mercados o ferias, escenarios donde los elementos de la memoria se manifiestan con claridad y pueden convertirse en motivos de un relato de uno a tres minutos.

Las bases técnicas están definidas de manera precisa para facilitar la participación y garantizar que los materiales se puedan exhibir con calidad. Cada cortometraje deberá presentarse en formato horizontal, con resolución Full HD y exportado en archivo .mp4 que no supere los 3 GB. Esa especificación permite una integración homogénea de las piezas seleccionadas en las actividades de proyección y en las futuras transmisiones. La claridad formal del reto —tiempo acotado, formato único, temáticas concretas— funciona, además, como un marco de trabajo que alienta la creatividad y favorece el enfoque en el contenido.

El planteamiento contempla categorías y premios acordes con el objetivo de incentivar la participación en edades diversas. La categoría A convoca a niñas, niños y adolescentes de 6 a 17 años y establece como estímulos tres tabletas para los trabajos mejor evaluados. La categoría B se dirige a mayores de edad y considera premios de 40 mil, 25 mil y 15 mil pesos para el primer, segundo y tercer lugar, respectivamente. Con ello se busca reconocer el esfuerzo creativo y, al mismo tiempo, sostener la continuidad de proyectos audiovisuales que, por su naturaleza breve, pueden multiplicar su alcance en entornos educativos, comunitarios y culturales de la capital.

Las fechas clave de la convocatoria sitúan el proceso en un calendario concreto. El registro y la recepción de trabajos permanecerán abiertos hasta el 5 de septiembre de 2025. La ceremonia de premiación está programada para el 18 de octubre en el Museo de la Ciudad de México, donde las piezas seleccionadas se proyectarán ante el público asistente. Este encuentro subraya el carácter cultural del proyecto y su vocación de diálogo entre la creación audiovisual y los recintos emblemáticos de la capital.

La difusión de los cortos ganadores y seleccionados extenderá su alcance más allá de la premiación. Las obras se transmitirán a través de MX Plus, Canal 21 y la red de Cineclubes Procine CDMX, con la posibilidad de ampliarse a Canal 22 y otros medios públicos, propuesta que se encuentra en gestión y que, de concretarse, permitiría llevar estas historias a una audiencia más amplia. Ese esfuerzo de circulación refuerza la idea de que la creación con herramientas cotidianas puede convertirse en contenido de interés general cuando se inserta en la conversación pública sobre la memoria colectiva y las identidades de la ciudad.

La orientación a las y los participantes se resume en un llamado a la curiosidad y a la búsqueda de relatos cercanos. Abril Alzaga recomendó entrevistar a personas mayores, visitar museos y recorrer el entorno urbano y natural para encontrar historias auténticas y pertinentes con los ejes temáticos. “Que lo disfruten, que exploren y que cuenten algo que despierte curiosidad”, dijo, al insistir en que las mejores piezas serán las que logren enlazar el pasado con la vida cotidiana sin perder la claridad de una estructura narrativa breve.

El registro y las bases completas están disponibles en el sitio oficial de Procine CDMX, en la dirección procine.cdmx.gob.mx. Desde esa página se puede consultar la descripción de las temáticas, los requisitos técnicos, los criterios de participación por categoría y los pasos para la entrega de materiales dentro del plazo señalado. La información pública de la convocatoria constituye el referente único para resolver dudas y preparar la postulación en tiempo y forma.

El espíritu de “Tenochtitlan: 700 años en corto” radica en hacer de la pantalla un espacio para reconocer los vínculos con los pueblos originarios, con la cultura milenaria y con los elementos que sobreviven en mercados, barrios, tradiciones y paisajes de agua y de piedra. Procine CDMX convoca a plasmar esas huellas en cortometrajes que, con recursos asequibles y enfoque documental, dialoguen con la historia de la ciudad y con sus habitantes, y que al mismo tiempo alimenten la circulación del patrimonio cultural en medios públicos y espacios comunitarios.

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Filiberto Cruz

Filiberto Cruz