*Ante la posibilidad de la pena de muerte, el juez ordena reforzar el equipo de defensa del narcotraficante mexicano. Más de 30 agentes de la DEA asistieron a la audiencia en la que Caro se mostró cabizbajo.
Nueva York, NY
Un juez federal de Nueva York dio un plazo de 90 días a los fiscales de Estados Unidos para confirmar si buscarán que el narcotraficante mexicano, Rafael Caro Quintero, sea sentenciado a muerte en caso de ser encontrado culpable de los delitos que se le imputan.
En el marco de una audiencia de 30 minutos realizada en la corte federal de Brooklyn, Nueva York, en la que Caro Quintero compareció por primera vez frente a juez Frederic Block, quien será responsable de llevar su caos, la fiscal Sarita Komatireddy confirmó que la pena de muerte es un escenario sobre la mesa.
“Es una opción que en efecto estamos analizando su señoría. Aun no tomamos la decisión, pero estamos analizándolo” dijo la fiscal en respuesta a la pregunta que hizo el juez.
Ante ese panorama Frederic Block expresó su inquietud de que Caro Quintero tenga una defensa adecuada de cara a un proceso penal en el que podría estar en juego su vida, por lo que avaló que el equipo de defensa del mexicano que originalmente contaba con un solo abogado sea reforzado con otra abogada de oficio experta en casos complejos, Elizabeth Macedonio.
A su vez el juez preguntó si existe una posibilidad de que otros abogados privados se sumen a la representación de Caro Quintero. Los litigantes de oficio respondieron que a familia del capo ha dicho que ellos están conformes con seguir con la defensa de oficio ya asignada.
En ese panorama el juzgado pidió al equipo defensor hacer su mejor esfuerzo ante este caso para, de ser posible, disuadir a los fiscales de la búsqueda de una pena tan severa como es la ejecución de un acusado. “Estamos, sin duda, ante un caso e gran complejidad”, reconoció el juzgador.
Tras discutir las opciones que hay para que la defensa de Caro Quintero sea costeada con recursos del propio narcotraficante, el juez fijó para el próximo 25 de junio la audiencia en la que deberán revisarse nuevamente los avances de este proceso y en la que los fiscales confirmarán si buscarán la ejecución del capo mexicano en caso de un veredicto de culpabilidad.
Finalmente, el juez preguntó a los abogados de Quintero si tienen alguna objeción sobre las condiciones severas de confinamiento a las que ha sido sometido. La respuesta es que revisarán primero los argumentos para ello antes de emitir mayor
Cabizbajo frente a 30 agentes
Caro Quintero siguió a través del auricular de la traductora el desarrollo de la sesión en la sala de audiencias 10C ubicada en el décimo piso del edificio de la Corte de Brooklyn. Lo hizo cabizbajo, sin emitir mayores comentarios, y con la mirada clavada en el escritorio de la defensa.
El anuncio de los fiscales de que analizarán solicitar su ejecución en caso de que sea encontrado culpable pareció generar un gesto de incomodidad en el rostro del capo que no escondía la sensación de preocupación.
Los aproximadamente 25 representantes de medios de comunicación que asistimos a la sala fuimos colocados en la zona que en los juicios ocupa el jurado. Ello ya que la zona del público fue ocupada por al menos 30 agentes de la DEA que, al igual que en la primera audiencia en la que Caro fue presentado, parecían estar ahí para mandar el mensaje de que están siguiendo de firma personal el caso.
Al final de la audiencia, el grupo de agentes se tomó el tiempo para posar frente a la corte de Brooklyn de espaldas, y que los fotógrafos tomaran registro claro de su presencia. Pocas dudas quedan de que, para los Estados Unidos, y para la DEA en específico, el caso Quintero no es como cualquier otro.
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