El primer ministro canadiense, Mark Carney, afirmó este sábado que se disculpó con el presidente estadounidense, Donald Trump, por una publicidad contra los aranceles que enfureció a su vecino del sur durante la cumbre de la APEC en la ciudad surcoreana de Gyeongju. Trump había acusado la semana pasada de “juego sucio” a Canadá luego de que la provincia de Ontario emitiera un polémico anuncio con declaraciones del expresidente Ronald Reagan sobre los gravámenes que, según el magnate republicano, fueron tergiversadas para criticar su política comercial.
“Sí, me disculpé con el presidente. El presidente se sintió ofendido”, declaró Carney a la prensa el sábado durante el desarrollo de la cumbre del foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), añadiendo que los diálogos comerciales entre ambas naciones se reanudarán cuando Washington esté “listo” para retomarlos. La disculpa se produce después de que Trump anunciara un aumento del 10% en las tarifas aduaneras estadounidenses y pusiera fin a todas las negociaciones comerciales con Ottawa como respuesta directa a la publicidad considerada ofensiva.

Trump se negó el viernes a reanudar las conversaciones comerciales con Canadá, aunque dijo que mantenía “una buena relación” personal con Carney y que tuvieron una conversación positiva al margen de la cita del foro internacional que reúne a líderes de las economías del Pacífico. El mandatario estadounidense expresó a periodistas a bordo del avión presidencial Air Force One que “me gusta mucho (el primer ministro Carney)”, pero enfatizó que “lo que hicieron estuvo mal” en referencia al contenido del anuncio publicitario de Ontario.
El presidente estadounidense adelantó en ese momento que Carney le había ofrecido disculpas por el incidente que ha generado tensiones inusuales entre dos aliados históricos y socios comerciales estratégicos. La ruptura repentina de las negociaciones comerciales constituye un giro dramático en la relación bilateral entre Estados Unidos y Canadá, que se ha visto sacudida por el regreso a la Casa Blanca del magnate republicano en enero de 2024 tras las elecciones presidenciales.

Canadá representa el segundo socio comercial más importante de Estados Unidos a nivel global y un proveedor estratégico de acero y aluminio para las empresas manufactureras estadounidenses, lo que añade relevancia económica a la disputa desatada por la publicidad de Ontario. La mayoría de los intercambios comerciales transfronterizos siguen exentos de aranceles gracias al tratado de libre comercio T-MEC que comparten con México, pero las sobretasas sectoriales globales impuestas recientemente por el gobierno republicano han afectado duramente a Ottawa y a sus exportaciones hacia el mercado estadounidense.
La publicidad de Ontario que desencadenó la crisis diplomática utilizaba declaraciones del expresidente Ronald Reagan, una figura republicana icónica, para cuestionar la política de aranceles implementada por la administración Trump, lo que fue interpretado por el mandatario estadounidense como una afrenta personal y una distorsión del legado del expresidente. El anuncio se enmarcaba en una campaña más amplia de la provincia canadiense para presionar contra las medidas proteccionistas que afectan a sus exportaciones hacia Estados Unidos, principal destino comercial de los productos ontarienses.
El incidente ocurre en un contexto de crecientes tensiones comerciales a nivel global y específicamente en América del Norte, donde el recién renegociado T-MEC enfrenta desafíos de implementación y disputas interpretativas entre los tres países signatarios. La respuesta de Trump, aumentando aranceles y suspendiendo negociaciones, refleja su enfoque de política comercial que prioriza el leverage económico sobre la diplomacia tradicional, incluso cuando se trata de aliados históricos como Canadá con quienes comparte la frontera más larga del mundo.





