Las autoridades de Perú capturaron a Tony Janzen Valverde Victoriano, alias “Pequeño J”, de veinte años de edad, a quien las autoridades argentinas han señalado como el autor intelectual del triple feminicidio perpetrado el viernes 19 de septiembre en Buenos Aires. La detención se realizó en la localidad de Pucusana mediante una operación coordinada entre la Dirección Antidrogas de la Policía Nacional del Perú e Interpol Argentina, poco después de comunicarse la captura de Matías Agustín Ozorio, identificado como el número dos de la organización narcocriminal acusada del crimen. La ministra de Seguridad argentina, Patricia Bullrich, confirmó las capturas y felicitó a la policía peruana por su colaboración.
“En una rápida acción y mediante una intervención simultánea, agentes de la Dirección Antidrogas, en coordinación con Interpol Argentina, detuvieron en Pucusana a Pequeño Jota y a Matías Agustín Ozorio, ambos prófugos de Argentina y con notificación roja de Interpol, implicados en un triple asesinato en Buenos Aires”, detalló la policía peruana en un comunicado oficial. Bullrich se refirió al operativo a través de la red social X, declarando que “cuando se trabaja con decisión y coordinación, los delincuentes no tienen dónde esconderse”, y concluyó con su frase característica: “El que las hace, las paga”.

El triple feminicidio por el cual se investiga a “Pequeño J” cobró la vida de Morena Verdi, de 20 años de edad; Brenda del Castillo, de 20 años; y Lara Gutiérrez, de 15 años. Las jóvenes fueron torturadas, asesinadas y enterradas en el patio de una vivienda en la localidad de Florencia Varela, en la provincia de Buenos Aires, donde fueron halladas el miércoles 24 de septiembre, cinco días después de haber sido reportadas como desaparecidas. El ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Javier Alonso, declaró que el crimen fue transmitido en vivo a través de un grupo cerrado de redes sociales como mensaje de advertencia para miembros de una organización transnacional de narcotráfico.
Según las investigaciones, el crimen tuvo como objetivo “fortalecer el liderazgo” de la cabeza de la banda criminal, “que va más allá de los límites de la Argentina”. La Fiscalía ha calificado la causa como homicidio calificado, por ser premeditado por dos o más personas, cometido con alevosía y ensañamiento, y tipificado como violencia de género. La crueldad del caso conmocionó a la sociedad argentina y generó una inmediata respuesta de las fuerzas de seguridad de ambos países para localizar a los responsables.
Con las capturas de “Pequeño J” y Matías Agustín Ozorio, la cifra total de detenidos por el caso asciende a nueve personas. Durante la última semana, ya habían sido arrestados otros cinco hombres y dos mujeres en relación con el triple crimen, incluyendo la detención en Bolivia de un hombre de 41 años de nacionalidad peruana. Las investigaciones continúan abiertas para determinar el alcance completo de la red criminal y las posibles conexiones internacionales del grupo narcotraficante.

El caso generó una masiva respuesta social en Argentina, donde la organización feminista Ni Una Menos y los familiares de las víctimas encabezaron el sábado 27 de septiembre una multitudinaria movilización en Buenos Aires para exigir justicia. Estas manifestaciones se replicaron en varias provincias del país, reflejando la indignación pública por la violencia de género y la creciente influencia del narcotráfico en crímenes de extrema brutalidad. La colaboración policial internacional demostrada en este caso marca un precedente significativo para el combate contra las redes criminales transnacionales que operan en Sudamérica.