Elementos de la Secretaría de Seguridad Pública de Tamaulipas detuvieron en la madrugada de este lunes a Ezequiel Cárdenas Rivera, alias Tormenta Junior, hijo del fallecido capo Antonio Tony Tormenta Cárdenas Guillén y presunto líder de la facción Los Escorpiones del Cártel del Golfo (CDG). La captura ocurrió a las 00:55 horas en la avenida 12 de Marzo, colonia Villa Española de Matamoros, frente a una tienda Oxxo, luego de que los agentes encontraran un arma calibre 9 mm en su vehículo y lo sorprendieran en estado de ebriedad.
De acuerdo con el reporte oficial, los uniformados interceptaron un Jeep Wrangler negro sin placas en el que viajaba Cárdenas Rivera. Durante la revisión, descubrieron un arma de fuego con cargador abastecido y cartuchos útiles, lo que derivó en su inmediata detención. El hecho quedó registrado bajo la carpeta FED/TAMP/MAT/0001782/2025 del Registro Nacional de Detenciones. Ezequiel, de aproximadamente 1.85 metros de estatura, tez clara, complexión robusta y cabello negro, vestía camisa y shorts verdes con tenis blancos al momento de su arresto.
Tras su captura, Tormenta Junior fue puesto a disposición de la Fiscalía General de la República (FGR) y se encuentra en traslado dentro de sus instalaciones, donde enfrentará cargos por delitos federales. Las autoridades lo identifican como el líder de Los Escorpiones, grupo criminal que opera bajo el CDG y está vinculado a narcotráfico, extorsión y secuestros en la zona noreste del país.
Esta no es la primera vez que Cárdenas Rivera es detenido. En 2011, la Marina lo arrestó junto a otros presuntos miembros del cártel, aunque se desconoce bajo qué circunstancias recuperó su libertad. Su padre, Antonio Cárdenas Guillén, fue abatido en un enfrentamiento con fuerzas navales en noviembre de 2010 en Matamoros, luego de asumir el control del CDG tras la captura de su hermano Osiel Cárdenas. La muerte de Tony Tormenta fragmentó al grupo en células como Los Rojos, Los Metros y Los Escorpiones, esta última bajo el mando de su hijo.
La detención de Tormenta Junior representa un golpe significativo a una de las facciones más violentas del crimen organizado en Tamaulipas, estado que sigue siendo escenario de disputas entre grupos narcotraficantes. Sin embargo, persisten interrogantes sobre cómo logró evadir la justicia durante años después de su primer arresto y qué impacto tendrá su captura en la estructura operativa de Los Escorpiones.
Este caso revive el historial criminal de la familia Cárdenas Guillén, cuyo legado en el narcotráfico data de décadas. Osiel, Antonio y ahora Ezequiel han sido figuras centrales en la violencia generada por el CDG, organización que, pese a los golpes sufridos, mantiene presencia en Tamaulipas y otros estados del país. La captura de Tormenta Junior ocurre en un contexto de incremento en las operaciones federales contra grupos delictivos, aunque especialistas advierten que la fragmentación de los cárteles ha dificultado su erradicación.
