Organizaciones civiles y activistas han denunciado el desplome alarmante de la población del cangrejo azul (Cardisoma guanhumi) en la Riviera Veracruzana. Earth Mission, grupo dedicado a su protección, advierte que en 2025 la especie enfrenta su peor crisis, con una drástica reducción de ejemplares, incluyendo la casi ausencia de hembras ovadas durante su ciclo reproductivo.
La situación, según los defensores ambientales, es resultado de múltiples factores. La construcción y ampliación de carreteras ha provocado atropellamientos masivos, mientras que el crecimiento urbano descontrolado —con fraccionamientos y centros comerciales en zonas de manglar— ha destruido miles de madrigueras. “Las constructoras contrataron biólogos para avalar estudios de impacto ambiental que justificaron estos ecocidios”, acusan.

A esto se suma la sobreexplotación. El aumento del precio del kilo de cangrejo azul hasta 500 pesos incentivó la captura ilegal y desmedida, interrumpiendo su ciclo reproductivo al extraer machos y hembras sin regulación. Anafer, divulgadora y estudiante de biología, destacó que la especie es clave para los manglares, ya que sus madrigueras oxigenan el suelo. Sin embargo, bardas y muros entre el manglar y el mar han convertido su migración reproductiva en una ruta llena de obstáculos, tráfico y depredación humana.
Eventos tradicionales como la “cangrejeada”, donde comunidades ayudaban a los cangrejos a llegar al mar, reflejan el colapso: “Antes se liberaban millones, ahora apenas 30”, lamentó Anafer. El cambio climático agrava el escenario, con lluvias impredecibles y olas de calor que dificultan su supervivencia.

Earth Mission calificó la crisis como un “manual de cómo perder una especie” y criticó la inacción de autoridades municipales, estatales y federales ante sus alertas, emitidas desde hace nueve años. Exigen medidas urgentes para regular construcciones y proteger sus rutas, advirtiendo que, de no actuar, el cangrejo azul podría desaparecer de Veracruz en pocos años.