El primer ministro canadiense, Mark Carney, declaró este viernes que Canadá está listo para continuar las conversaciones comerciales cuando Estados Unidos esté preparado, después de que el presidente Donald Trump anunciara abruptamente el final de las negociaciones comerciales bilaterales el jueves, acusando a las autoridades canadienses de manipular un discurso del ex presidente Ronald Reagan en una campaña publicitaria contra los aranceles estadounidenses.
Antes de viajar a Asia para una gira diplomática, Carney evitó mencionar directamente el cambio de postura de Trump, pero afirmó que las conversaciones bilaterales previas habían mostrado “progreso” significativo en la resolución de las diferencias comerciales entre ambas naciones. “Y estamos listos para retomar ese progreso y construir sobre ese progreso cuando los estadounidenses estén preparados”, añadió el mandatario canadiense, manteniendo una postura conciliadora frente a la decisión unilateral del gobierno estadounidense.

Mientras Carney adoptaba un tono diplomático, el presidente Donald Trump continuó este viernes sus críticas contra Canadá a través de sus redes sociales, escalando la retórica en la disputa bilateral. “Canadá está tratando de influir ilegalmente en la Corte Suprema de Estados Unidos en una de las sentencias más importantes de la historia de nuestro país”, escribió Trump en una publicación en Truth Social, su plataforma de comunicación preferida, aunque no proporcionó evidencia específica o detalles adicionales sobre esta grave acusación.
El contexto inmediato de la tensión se relaciona con el hecho de que el alto tribunal estadounidense fijó el 5 de noviembre como fecha para escuchar los argumentos sobre la legalidad de los aranceles globales implementados por Trump, una medida comercial controvertida que ha generado disputas con múltiples socios comerciales de Estados Unidos y que representa un desafío significativo para la política económica exterior de la administración actual.
La decisión de Trump de suspender las conversaciones comerciales se produjo específicamente después de que acusara a las autoridades canadienses de manipular un discurso del expresidente Ronald Reagan en una campaña publicitaria diseñada para oponerse a los aranceles estadounidenses, aunque el mandatario no especificó en qué consistió dicha manipulación o qué contenido exacto del discurso del exmandatario republicano habría sido utilizado de manera inapropiada según su perspectiva.
Las relaciones comerciales entre Canadá y Estados Unidos, que constituyen una de las asociaciones económicas bilaterales más grandes y complejas del mundo, han experimentado tensiones periódicas desde que Trump asumió la presidencia en 2017, aunque ambos países lograron renegociar el Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC) que entró en vigor en 2020, sustituyendo al anterior Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
La postura conciliadora del primer ministro Carney refleja la importancia estratégica que mantiene la relación con Estados Unidos para la economía canadiense, donde aproximadamente el 75% de las exportaciones tienen como destino el mercado estadounidense, creando una interdependencia económica que hace particularmente sensibles las fluctuaciones en las relaciones comerciales bilaterales entre las dos naciones vecinas.





