Gilberto Bátiz García asumió este miércoles como el nuevo magistrado presidente del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) con el firme compromiso de no ser un generador de conflictos al interior del órgano y de liderar un tribunal cercano a la ciudadanía. Durante una sesión solemne, el abogado chiapaneco enfatizó que la polarización daña a las instituciones y estableció la “colegialidad funcional” como uno de los pilares de su gestión.
En su discurso inaugural, Bátiz García dejó clara su postura frente al trabajo en equipo dentro de la Sala Superior. “En un órgano como la Sala Superior, trabajar en equipo no es una cortesía: es un deber constitucional y moral ante el pueblo. La pluralidad de visiones es riqueza, siempre que se procese con respeto. Un tribunal dividido no sirve a México”, declaró. De manera enfática, aseguró: “Seré un catalizador de soluciones, no un generador de conflictos”.
El magistrado presidente delineó los ejes que regirán su mandato. Además de la colegialidad, se refirió a los ajustes necesarios tras la reforma judicial de 2024. Anunció que se revisará con cuidado cualquier ajuste presupuestal para que “la racionalidad del gasto no comprometa la independencia judicial”. Este enfoque busca equilibrar la eficiencia administrativa con la preservación de la autonomía del tribunal.
Un tercer eje fundamental será la cercanía con la población. Bátiz García afirmó que la justicia no debe estar encerrada entre muros o expedientes y ofreció un rostro humano del tribunal, sensible a la realidad del país. Este principio busca acortar la distancia entre la institución y los ciudadanos a quienes sirve.

Durante su intervención, el nuevo presidente del TEPJF reconoció la trayectoria del tribunal, señalando que ha tomado decisiones que marcaron el rumbo político de México, pero también ha vivido momentos que pusieron a prueba su independencia y cohesión. Aludió a que sus compañeros magistrados han atravesado etapas similares, en un llamado a la unidad y la experiencia colectiva.
La sesión de instalación contó con la presencia de figuras clave del Poder Judicial. Acompañaron a Bátiz García el ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Hugo Aguilar Ortiz; la presidenta del Tribunal de Disciplina Judicial, Celia Maya García, y diversos juzgadores federales, así como consejeros del Instituto Nacional Electoral (INE). La magistrada Mónica Soto, de la presidencia saliente, fue la única integrante del Pleno que no asistió de manera presencial.
Al cierre de su participación, Gilberto Bátiz García –doctor en Derecho y maestro en Derecho Constitucional– hizo una alusión al proceso electoral de 2006. Recordó a los manifestantes del plantón de Reforma y, sin pronunciarse sobre lo que entonces fue calificado por algunos como “fraude”, destacó que la ciudadanía no debe abandonar sus trabajos para pelear por sus derechos políticos, porque esa es la responsabilidad que corresponde a las instituciones.
Por su parte, el ministro presidente de la Corte, Hugo Aguilar Ortiz, destacó el cambio en el modelo de designación de los magistrados. Señaló que los magistrados electos “ya no son producto de acuerdos entre partidos o impuestos por élites políticas o económicas” y advirtió que ahora se deben a la ciudadanía que votó por ellos. “A la magnitud de este cambio debe corresponder necesariamente la transformación en la vida institucional del Tribunal Electoral, con una justicia cercana al pueblo, alejada de las presiones partidarias, comprometida totalmente con la democracia, la perspectiva de género, el pluralismo jurídico, la representación política de los grupos de atención prioritaria”, destacó.
Con esta toma de posesión, el TEPJF inicia una nueva etapa bajo una dirección que promete priorizar la unidad interna, la racionalidad presupuestal sin mermar la independencia y, sobre todo, una relación más directa y humana con la sociedad mexicana.





