Un avión de entrenamiento F-7 BGI de fabricación china perteneciente a la Fuerza Aérea de Bangladesh se estrelló este lunes contra el Milestone School and College en el área de Uttara, Daca, dejando al menos 18 personas muertas —incluido el piloto— y 164 heridas, en su mayoría estudiantes que se encontraban en clases.
Según informes del ejército bangladesí, el jet despegó a las 13:06 horas locales y minutos después cayó sobre el centro educativo, provocando un incendio inmediato que complicó las labores de rescate en uno de los accidentes aéreos más mortíferos en la capital en años recientes.
El impacto ocurrió cuando la escuela —que alberga a unos 2,000 estudiantes desde primaria hasta preparatoria— se encontraba en plena jornada académica. Testigos describieron escenas de caos y pánico, con padres desesperados llegando al lugar mientras rescatistas improvisaban con rickshaws (carritos de tres ruedas) y vehículos particulares para trasladar a los heridos a hospitales cercanos.

Autoridades militares confirmaron que el piloto, cuyo nombre no fue revelado, falleció en el acto. Sin embargo, aún no se ha determinado la causa del accidente, aunque fuentes castrenses sugieren que podría tratarse de una falla mecánica. El F-7 BGI, un caza de combate adaptado para entrenamiento, forma parte de la flota aérea bangladesí desde la década de 1980, lo que ha generado preguntas sobre el estado de mantenimiento de estas aeronaves.
Este trágico suceso ha conmocionado a Bangladesh, donde rara vez se registran accidentes aéreos de esta magnitud. El primer ministro Sheikh Hasina declaró tres días de duelo nacional y ordenó una investigación exhaustiva, mientras equipos forenses trabajan para identificar a las víctimas mortales, varias de ellas quemadas irreconocibles por el incendio. Hospitales de la zona, como el Uttara Adhunik Medical College, reportaron saturación en sus servicios de emergencia, con médicos atendiendo heridas por quemaduras, fracturas y trauma contundente.
Expertos en aviación consultados señalan que la ubicación del siniestro —una zona residencial densamente poblada cerca del aeropuerto internacional Hazrat Shahjalal— plantea serias dudas sobre los protocolos de vuelo para aeronaves militares en áreas urbanas. “Este accidente podría haberse evitado con rutas de entrenamiento en zonas menos pobladas”, afirmó Kamal Hossain, exoficial de la Fuerza Aérea bangladesí.
La tragedia ha reabierto el debate sobre la seguridad aérea militar en el país asiático, donde al menos 5 accidentes de aviones de combate se han registrado desde 2011, según datos del Aviation Safety Network. Mientras las familias de las víctimas exigen justicia, el gobierno prometió compensaciones económicas y apoyo psicológico para los afectados.
El Milestone School, fundado en 1999, permanecerá cerrado indefinidamente mientras ingenieros evalúan los daños estructurales. Este martes, cientos de ciudadanos llegaron al lugar para dejar flores y velas, transformando la zona en un improvisado memorial para honrar a los fallecidos, cuyos nombres comenzaron a ser revelados por autoridades educativas.
Este accidente marca un punto negro en la historia de la aviación bangladesí, comparable solo al vuelo 211 de US-Bangla Airlines que se estrelló en Katmandú en 2018 con 51 muertos.