Eastern Air Express, la aerolínea que proporcionó un Boeing 737-800 a Donald Trump y su compañero de fórmula James David Vance durante la campaña presidencial de 2024, ha sido beneficiada con contratos millonarios para operar vuelos de deportación de migrantes bajo la actual administración. Datos oficiales revelan que la empresa ha recibido al menos $68.9 millones de dólares en 2025 por estos servicios, incluyendo vuelos al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) en México.
En julio de 2024, Eastern Air Express facilitó un avión para la campaña republicana, un gesto que ahora parece haber rendido frutos económicos. Según registros de USASpending.gov, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) asignó $349 millones en 2025 a CSI Aviation, empresa que subcontrata a Eastern Airlines y Global Crossing Airlines (Global X) para los vuelos de deportación coordinados por el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE).
Esta cifra supera los $308 millones asignados en 2024 y duplica los $158.2 millones de 2014, marcando un récord en gastos de deportación desde que se implementó la plataforma de transparencia federal en 2007.
El Negocio de las Deportaciones Masivas
De acuerdo con Tom Cartwright, activista de Witness at the Border, el 80% de estos vuelos son operados por Global X, mientras que Eastern Airlines maneja el 20% restante. Esto se traduce en aproximadamente $68.9 millones para Eastern, una suma que contrasta con el apoyo gratuito que brindó a Trump durante su campaña.
Los datos muestran un aumento significativo en las deportaciones desde mayo de 2025, con 190 vuelos de expulsión, la cifra más alta desde que Trump asumió su segundo mandato. Además, se han incrementado los vuelos internos del ICE, probablemente por el traslado de migrantes detenidos a centros de retención en estados como Texas, Luisiana y Nuevo México.

Entre febrero y mayo de 2025, Eastern Airlines realizó 34 vuelos de deportación a México, de los cuales:
- 20 aterrizaron en Tapachula, Chiapas
- 8 en Villahermosa, Tabasco
- 6 en el AIFA
Llama la atención que al menos cinco de estos vuelos fueron operados con un Boeing 737 con matrícula N917XA, el mismo avión utilizado por Trump durante su campaña.
Este esquema ha generado críticas por la aparente relación entre apoyos políticos y contratos gubernamentales. Mientras el gobierno de Trump destina $170 mil millones de dólares a su política de “seguridad fronteriza”, aerolíneas vinculadas a su campaña se benefician económicamente.
Organizaciones proinmigrantes denuncian que estas deportaciones masivas violan derechos humanos y que el lucro detrás de ellas carece de transparencia. Sin embargo, la administración Trump insiste en que son medidas necesarias para “proteger la frontera”.