El senador Adán Augusto López Hernández, coordinador de la bancada de Morena en el Senado, declaró que no teme que Hernán Bermúdez Requena, presunto líder del grupo criminal ‘La Barredora’ y su exsecretario de Seguridad Pública en Tabasco, declare ante la justicia sobre la cercanía entre ambos durante su gestión como gobernador.
En entrevista en el Senado, López Hernández respondió escuetamente “pues sabe cantar, ¿no?” cuando se le preguntó sobre la posibilidad de que Bermúdez ofreciera testimonio en su contra, añadiendo que no le preocupa lo que pueda decir y que “de ninguna manera” piensa dejar su puesto como senador.

El legislador tabasqueño reconoció que conoce a Bermúdez Requena “desde hace muchos años”, detallando que coincidieron en el gobierno de Tabasco cuando López Hernández fue presidente de la Junta de Conciliación y Arbitraje y Bermúdez se desempeñaba como director operativo de la Dirección de Seguridad Pública.
“Más adelante yo fui subsecretario de Gobierno y él fue director general de Seguridad Pública. Lo conozco desde aquella época. Antes que a él conocí a su hermano, empresario allá, tabasqueño, a quien también yo le hice algunas escrituras públicas, o le presté servicios notariales”, narró el senador, añadiendo que Bermúdez posteriormente trabajó en el gobierno de Roberto Madrazo.
López Hernández aseguró que se mantiene tranquilo porque no está involucrado ni tiene ningún vínculo con el grupo criminal ‘La Barredora’, afirmando que si es requerido para declarar por la justicia lo hará “con fuero o sin fuero”. El líder morenista comentó que ni como gobernador de Tabasco ni como secretario de Gobernación tuvo noticias de la actividad delictiva de la que se acusa a Bermúdez Requena.

“Creo que lo más importante es que se esclarezca la verdad, quien tenga responsabilidades, pues seguramente tendrá que pagarlas”, apuntó, enfatizando que nunca recibió reportes o notificaciones que señalaran a Bermúdez como líder de una organización criminal.
El senador también rechazó estar involucrado en el llamado “huachicol fiscal” a pesar de su relación con el empresario Saúl Vera, quien tenía la concesión de la Aduana de Tampico por donde ingresaban buques con combustible de contrabando. “Esa es otra mentira. Yo no niego a mis amigos, pero yo ni siquiera otorgo concesiones de ese tipo. No es mi responsabilidad. Saúl Vera es mi amigo, mi paisano, mi conocido. Pues él tendrá sus negocios y si tiene alguna responsabilidad tendrá que comparecer ante las autoridades”, precisó López Hernández, explicando que su relación con Vera era principalmente de amistad desde antes de ser gobernador y que incluso le prestó servicios notariales.





