Estados Unidos inició una nueva fase de su campaña antidrogas luego de que el secretario de Defensa, Pete Hegseth, anunciara que el presidente Donald Trump ordenó tomar medidas adicionales, lo que llevó al Departamento de Defensa a lanzar la “Operación Lanza del Sur”, una ofensiva militar en aguas del Caribe y el Pacífico destinada a actuar contra presuntas embarcaciones vinculadas al narcotráfico, tras una serie de ataques realizados desde septiembre en zonas cercanas a México y otros países de la región.
En una publicación difundida en la red social X, Hegseth afirmó que la operación será liderada por la Fuerza de Tarea Conjunta Southern Spear y el Comando Sur de las Fuerzas Armadas estadounidenses. El funcionario señaló que esta acción busca “defender nuestra patria, expulsar a los narcoterroristas de nuestro hemisferio y proteger a nuestra patria de las drogas que están matando a nuestra gente”. También indicó que el hemisferio occidental es considerado “la vecindad de Estados Unidos” y que, bajo ese argumento, será protegido en el marco de la nueva ofensiva.
President Trump ordered action — and the Department of War is delivering.
— Secretary of War Pete Hegseth (@SecWar) November 13, 2025
Today, I’m announcing Operation SOUTHERN SPEAR.
Led by Joint Task Force Southern Spear and @SOUTHCOM, this mission defends our Homeland, removes narco-terrorists from our Hemisphere, and secures our…
El anuncio ocurre después de que funcionarios estadounidenses confirmaran que, desde el inicio de la campaña antidrogas promovida por la administración Trump en septiembre, se han realizado 19 ataques contra embarcaciones señaladas como presuntos objetivos del narcotráfico en el Mar Caribe y el Pacífico oriental. De acuerdo con la información oficial, las operaciones han dejado un saldo de 76 personas muertas, dos sobrevivientes detenidos y una persona desaparecida tras varios días de búsqueda en aguas mexicanas.
Los ataques se han distribuido en 10 operaciones en el Mar Caribe y nueve en el Pacífico oriental. Entre estos últimos, al menos tres ocurrieron frente a las costas de Acapulco, en el estado de Guerrero, México. Las autoridades estadounidenses han enmarcado estas acciones en una campaña militar basada en la afirmación de que Estados Unidos mantiene un “conflicto armado” con los cárteles de la droga. Sin embargo, no se han presentado pruebas públicas ni detalles adicionales para sustentar dicha postura.
Hegseth justificó las operaciones asegurando que “estos narcoterroristas han matado a más estadounidenses que Al-Qaeda, y recibirán el mismo trato”. Según los datos confirmados por el propio secretario de Defensa, los ataques fueron ejecutados por fuerzas militares estadounidenses en aguas internacionales del Caribe y el Pacífico, con el objetivo de neutralizar embarcaciones acusadas de transportar narcóticos.
El anuncio y las cifras reveladas han provocado preocupación en organismos internacionales. Expertos de las Naciones Unidas advirtieron que estas operaciones podrían constituir violaciones del derecho internacional. En declaraciones citadas por medios internacionales, los especialistas señalaron que los ataques “parecen ser asesinatos ilegales perpetrados por orden de un gobierno, sin el debido proceso legal”. Las observaciones reflejan inquietud sobre el carácter extrajudicial de las acciones y la ausencia de procedimientos judiciales que establezcan la responsabilidad penal de las personas atacadas.

La Operación Lanza del Sur, formalmente anunciada por el Departamento de Defensa, se integra así a las acciones previas desarrolladas desde septiembre, en un contexto de creciente tensión por el alcance de las medidas adoptadas por el gobierno estadounidense. Las autoridades de ese país han sostenido que la ofensiva se dirige a contener la presencia de grupos dedicados al transporte de estupefacientes en aguas internacionales y a impedir el ingreso de narcóticos a territorio estadounidense.
Los resultados preliminares difundidos por funcionarios federales muestran que las operaciones han tenido lugar en distintas áreas del Caribe y del Pacífico oriental, con una presencia significativa en zonas marítimas cercanas a México. Los episodios reportados frente a las costas de Acapulco constituyen algunos de los casos más recientes dentro de la campaña. En conjunto, los ataques han dejado un saldo que ha sido documentado por las autoridades estadounidenses, mientras continúa la implementación de la ofensiva militar.
La Operación Lanza del Sur, según lo expuesto por el funcionario, busca reforzar la posición estadounidense en la región mediante el despliegue de capacidades militares destinadas a identificar y neutralizar embarcaciones sospechosas. El mensaje difundido por Hegseth subraya que la ofensiva responde a una orden directa del presidente Donald Trump y forma parte de una línea de acción sostenida por la administración en el combate a organizaciones consideradas como amenazas para la seguridad del país.




