Bajo la condición del retiro de los bloqueos en las carreteras que mantenían desde ayer, representantes de productores de maíz de la región de El Bajío que demandan un precio base de 7 mil 200 pesos por tonelada del grano retomaron la noche de este martes el diálogo con autoridades federales en la Secretaría de Gobernación (Segob). En el encuentro, que inició alrededor de las 9 de la noche, se espera que estén presentes el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), Julio Berdegué, y el subsecretario de Gobernación, César Yáñez, en un esfuerzo por resolver la disputa comercial que afectó la circulación en varios estados.

Previo a la reunión central en Segob, el titular de la Sader informó a través de sus redes sociales que ambos funcionarios dialogaron con los secretarios de Gobierno de Jalisco, Salvador Zamora; de Guanajuato, Jorge Daniel Jiménez; y de Michoacán, Raúl Zepeda. “Estamos ocupados en atender la comercialización de maíz y las afectaciones a las y los ciudadanos en las carreteras”, dijo Berdegué en un mensaje que subrayaba la doble prioridad de atender la demanda de los agricultores y restablecer la normalidad en las vías de comunicación.
A las afueras del Palacio de Cobián, sede de la Secretaría de Gobernación, alrededor de 30 agricultores de maíz aguardaban los resultados de la negociación que se desarrollaba en el interior del edificio. La expectativa entre los productores era palpable, mientras sus representantes llevaban a la mesa una serie de puntos específicos para encontrar una solución duradera al conflicto por el precio de su cosecha.
Entre los puntos principales que plantearán los productores se encuentra la solicitud expresa de que no se publique el precio base que ayer propuso el gobierno de 5 mil 200 pesos por tonelada, el cual consideran insuficiente para cubrir sus costos de producción y garantizar la sostenibilidad de sus operaciones. Los agricultores argumentan que la propuesta oficial no se ajusta a la realidad económica que enfrentan en el campo.

Otra propuesta central de los representantes del sector es que la Federación actúe como un intermediario para establecer mesas de negociación directas entre los agricultores y con la industria del maíz y la harina. Esta mediación busca crear un canal de diálogo estructurado que permita abordar no solo el precio inmediato, sino también las condiciones generales de comercialización del grano, en un esquema que garantice mayor equidad para los productores.
En breves declaraciones previo a su ingreso a la Segob, los agricultores dijeron que si bien es un avance el apoyo conjunto del gobierno federal y los estados de 850 pesos, este monto “no resuelve” el problema de fondo. Por ello, también plantearán en la mesa de diálogo que esta ayuda se incremente en mil pesos, acercándose así a la cifra que consideran justa y necesaria para viabilizar su actividad económica.
Otra de sus peticiones clave es que se establezcan mesas de trabajo permanentes con el gobierno federal para definir y establecer las reglas de operación específicas que permitan a los productores acceder de manera efectiva y transparente a los apoyos gubernamentales anunciados. Los agricultores buscan claridad en los procedimientos y mecanismos de distribución de los recursos.
Los representantes de los productores reconocieron que aunque tienen la voluntad de avanzar en el diálogo y no reabrir los bloqueos carreteros en Jalisco, Michoacán y Guanajuato, pues lo que menos quieren es afectar a los ciudadanos, la “molestia de compañeros agrícolas” se ha generalizado. Expresaron su temor de que no todos los productores afectados accedan a reabrir las vialidades de manera permanente si no se alcanza un acuerdo satisfactorio que atienda sus demandas centrales, manteniendo la presión sobre las autoridades para encontrar una solución consensuada en esta reunión crucial.





