La presidenta Claudia Sheinbaum reveló este lunes que mantuvo una conversación telefónica con su homólogo de Estados Unidos, Donald Trump, el sábado pasado para tratar el tema de las 54 barreras no arancelarias que permanecen pendientes de resolución entre ambas naciones, en lo que constituye la décima comunicación directa entre los mandatarios desde el inicio de sus respectivas administraciones.
Durante la conferencia de prensa matutina en Palacio Nacional, la mandataria mexicana expuso que la conversación con el presidente estadounidense fue breve pero sustancial, señalando que ambos acordaron mantener una nueva plática en las próximas semanas con el objetivo de concluir las negociaciones sobre este tema comercial que se encuentra en su fase final de discusión. “Hablé con el presidente Trump el sábado y vamos a dar unas semanas más para poder cerrar el tema que va muy avanzado de las 54 barreras no arancelarias que están ahí pendientes”, declaró Sheinbaum desde el salón Tesorería.
La presidenta detalló el calendario acordado para la conclusión de estas negociaciones, explicando que “acordamos hablarnos nuevamente en algunas semanas porque prácticamente estamos ya cerrando este tema, porque finalmente el primero de noviembre se cierra aquel plazo que nos habíamos puesto ambos de tres meses”, refiriéndose al periodo establecido previamente por ambos gobiernos para resolver este asunto comercial bilateral que afecta el flujo de mercancías entre México y Estados Unidos.

Sheinbaum precisó que la conversación se centró exclusivamente en temas comerciales, sin abordar otras materias sensibles en la relación bilateral como migración y seguridad, que se mantienen como agendas separadas en el diálogo entre las dos naciones vecinas. “Hablamos esencialmente del tema de lo comercial y acordamos que siguen trabajando sobre migración o seguridad… Tenemos un entendimiento y nos volveremos hablar para el tema comercial pues en próximas semanas”, añadió la mandataria durante su informe a los medios de comunicación.
Las 54 barreras no arancelarias mencionadas por la presidenta Sheinbaum representan obstáculos comerciales que no se manifiestan como aranceles tradicionales, pero que igualmente dificultan el intercambio de bienes y servicios entre los dos países. Este tipo de barreras pueden incluir regulaciones técnicas, estándares de calidad, medidas sanitarias y fitosanitarias, requisitos de empaquetado y etiquetado, entre otras disposiciones que, aunque pueden tener objetivos legítimos de protección al consumidor o al medio ambiente, en la práctica funcionan como restricciones al comercio bilateral.
El avance en la resolución de estas 54 barreras no arancelarias forma parte de los esfuerzos más amplios de ambos gobiernos por fortalecer la relación económica en el marco del Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC), que establece mecanismos específicos para la solución de controversias comerciales y la armonización regulatoria entre los países signatarios, aunque muchas de estas barreras específicas pueden requerir negociaciones bilaterales adicionales fuera del estricto marco del tratado comercial.
La décima comunicación entre Sheinbaum y Trump desde que ambos asumieron sus respectivos cargos refleja la frecuencia del diálogo al más alto nivel que caracteriza la relación bilateral, manteniendo canales abiertos de comunicación para abordar temas de interés mutuo a pesar de las diferencias políticas e ideológicas que pueden existir entre ambas administraciones, particularmente en un contexto electoral y político doméstico complejo en ambos países.
El cierre exitoso de estas negociaciones sobre barreras no arancelarias podría significar un impulso significativo para el comercio bilateral, que se mantiene como una de las relaciones económicas más importantes a nivel global, con un intercambio comercial que supera los 600 mil millones de dólares anuales y cadenas de suministro profundamente integradas en sectores clave como la manufactura, especialmente en industrias como la automotriz, aeroespacial, electrónica y agrícola.
La expectativa de un acuerdo en las próximas semanas coincide con el plazo establecido previamente por ambos gobiernos que vence el primer día de noviembre, creando un marco temporal definido para la conclusión de estas negociaciones que han requerido trabajo técnico especializado por parte de equipos de ambas naciones para identificar puntos de convergencia y soluciones mutuamente beneficiosas que faciliten el flujo comercial sin comprometer los estándares regulatorios que cada país considera necesarios para proteger intereses nacionales legítimos.





