El 31 de diciembre no solo termina el año… termina una era. Termina una parte entera de nuestra historia. Paramount Global confirmó que MTV dejará de transmitir sus canales dedicados exclusivamente a la música — MTV Music, MTV 80s, MTV 90s, Club MTV y MTV Live — marcando oficialmente el fin de una era que cambió la forma en la que el mundo veía, escuchaba y sentía la música. Cuatro décadas de historia visual, de íconos y de videos que definieron generaciones enteras.
Será un cierre global: afectará a regiones como América Latina, Europa, Reino Unido, Irlanda y Australia. El canal principal seguirá existiendo, pero enfocado en realities, series y contenido de entretenimiento. Lo musical, lo que alguna vez fue su corazón, desaparecerá de la pantalla.
Y sí, tal vez hacía tiempo que MTV había dejado de ser esa MTV, pero hay algo profundamente simbólico en este adiós. Porque MTV fue mucho más que un canal: fue el pulso de toda una generación. Fue donde la música se volvió imagen, donde los artistas se transformaron en íconos y donde los videoclips se convirtieron en arte.

Más que una decisión empresarial, este cierre simboliza un cambio de época. MTV fue la ventana por donde vimos nacer el concepto moderno de estrella pop. Allí debutaron los videoclips que transformaron la música en espectáculo: desde Like a Prayer de Madonna hasta Smells Like Teen Spirit de Nirvana. Era el canal que nos enseñó que la moda, la actitud y la imagen eran tan poderosas como una canción.
Hoy, el consumo es otro. Los videoclips viven en YouTube, las tendencias nacen en TikTok y la idea de “esperar” un estreno frente a la televisión ya suena a arqueología emocional. MTV, la cadena que alguna vez dictó el ritmo de toda una generación, se apaga porque el mundo ya no necesita que alguien le programe su música: cada quien tiene su propio canal en el bolsillo.

Esa pantalla que nos regaló íconos, rebeliones, premiaciones caóticas y momentos históricos — de Britney a Bowie — dejará de sonar. MTV no solo era televisión: era un espejo cultural. Representaba la emoción de descubrir algo nuevo, de sentirte parte de un movimiento global solo con encender la tele.
Ahora, con su despedida musical, se cierra el círculo de una era donde la televisión marcaba lo que queríamos escuchar, vestir o ser. Y aunque MTV seguirá existiendo, el silencio que dejarán sus canales musicales será, sin duda, el sonido más fuerte de todos.