El Fondo Monetario Internacional (FMI) revisó al alza sus pronósticos de crecimiento para México tanto para este como para el siguiente año, impulsando a su vez la mejora en las perspectivas para toda América Latina y el Caribe y dejando atrás la previsión de que la política comercial de Estados Unidos arrastraría a la economía mexicana a una recesión. De acuerdo con el organismo, la actividad económica en México crecerá este año a una tasa de 1 por ciento, significativamente por encima del 0.2 por ciento que el organismo había proyectado en junio y muy por encima de la contracción de 0.3 por ciento estimada en abril.
Esta revisión positiva ocurre después de seis meses durante los cuales el discurso del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, contra el comercio global transitó de amenazas a tasas efectivas que han dejado a sus principales socios comerciales –entre ellos México– en una posición más favorable que otras economías. Según el análisis del FMI, actualmente México tiene una tasa arancelaria efectiva de alrededor de 10 por ciento, lejos del cero en que se encontraba a finales de 2024, posicionándose como uno de los países con aranceles más competitivos, sólo por debajo de Canadá y muy por debajo de China, que se encuentra en torno al 45 por ciento.

Los vaivenes comerciales de la administración Trump determinaron desde abril las proyecciones no sólo de México sino de la economía mundial. No obstante, el FMI señaló en su informe que “hasta la fecha, las medidas comerciales más proteccionistas han tenido un impacto limitado en la actividad económica y los precios”, lo que explica en parte la revisión positiva de las expectativas de crecimiento para la región latinoamericana en su conjunto.
Como resultado de esta reevaluación, el FMI también aumentó al alza, de 2 por ciento a 2.4 por ciento, su previsión sobre el crecimiento de América Latina y el Caribe para este año. El organismo explicó que esta mejora se debe fundamentalmente a la reducción de los aranceles en la mayoría de los países de la región y a unos datos económicos más sólidos de lo esperado en varios indicadores macroeconómicos.
En lo que respecta a 2026, el FMI apunta a un avance de 1.5 por ciento en la economía mexicana, ligeramente por encima del 1.4 por ciento de sus estimaciones previas; y para América Latina y el Caribe prevé que el avance sea de 2.3 por ciento, manteniendo así una tendencia de crecimiento moderado pero estable para la región en el mediano plazo.
El organismo internacional reconoció que sus proyecciones han reflejado “un impacto significativo, aunque no masivo, del cambio de políticas en las perspectivas económicas”, al grado de que su previsión de crecimiento para el PIB mundial de este año pasó de 2.8 por ciento, estimado en abril, a 3.2 por ciento, según el informe de Perspectivas de la Economía Mundial (WEO) publicado este día.
A pesar de las revisiones positivas, el FMI mantuvo un tono cauteloso en su evaluación, advirtiendo que “los aranceles están muy lejos de volver a sus niveles de 2024. La incertidumbre en materia de política comercial sigue siendo elevada ante la ausencia de acuerdos claros, transparentes y duraderos entre los socios comerciales, y con la atención empezando a desplazarse del nivel final de los aranceles a su impacto en los precios, la inversión y el consumo”.
Esta advertencia subraya los desafíos persistentes que enfrenta la economía global en un contexto de tensiones comerciales no resueltas y la falta de mecanismos estables de cooperación comercial internacional. La evolución de las políticas comerciales de Estados Unidos continuará siendo, según el FMI, un factor determinante para las perspectivas económicas de México y América Latina en los próximos trimestres, aunque los datos recientes sugieren una mayor resiliencia de lo originalmente anticipado.