Jazlyn Azulet, la niña de 2 años que resultó gravemente herida durante la explosión de una pipa de gas LP en el Puente de La Concordia en Iztapalapa, recibió su primera cirugía de injertos en manos, piernas y cabeza con resultados favorables, según informó este martes la Fundación Michou y Mau para Niños Quemados. La pequeña ha iniciado su proceso de rehabilitación física para recuperar la movilidad en sus extremidades y permanece hospitalizada en el Shriners for Children Hospital en Galveston, Texas, donde continúa bajo observación médica especializada.
La Fundación Michou y Mau detalló en un comunicado oficial emitido a través de sus redes sociales que Jazlyn fue trasladada a Galveston el pasado 15 de septiembre para recibir tratamiento especializado por las quemaduras de segundo y tercer grado que sufrió durante el incidente ocurrido en el distribuidor vial ubicado en los límites de Iztapalapa. Antes de su traslado aéreo a los Estados Unidos, la menor recibió atención médica inicial de urgencia en el Centro Médico Siglo XXI de la Ciudad de México, donde se estabilizó su condición crítica.

Jazlyn logró sobrevivir a la explosión gracias a que su abuela, Alicia Matías Teodoro, nombrada posteriormente como “la abuelita heroína de Iztapalapa”, la protegió con su propio cuerpo durante el incidente. La mujer se convirtió en un símbolo de fortaleza luego de que imágenes difundidas en redes sociales la mostraran caminando herida y con quemaduras visibles, mientras un elemento policial cargaba en brazos a la pequeña Jazlyn, quien presentaba lesiones críticas en varias partes de su cuerpo.
Lamentablemente, Alicia Matías falleció dos días después de la explosión, la noche del martes 12 de septiembre, en el Hospital Magdalena de las Salinas, donde no logró superar las quemaduras que presentaba en el 90 por ciento de su cuerpo. Su estado de salud había sido reportado como crítico desde su ingreso hospitalario inmediatamente después del incidente. Alicia trabajaba como checadora en la base de camiones de Santa Martha, donde también cuidaba regularmente a su nieta mientras su hija, Jazmín Carrillo, madre de la pequeña, laboraba en servicios de limpieza.
En el comunicado de este martes, la Fundación Michou y Mau informó que Jazmín Carrillo se encuentra actualmente en el Shriners for Children’s Hospital de Galveston, Texas, acompañando permanentemente a su hija y supervisando personalmente la evolución médica de la pequeña Jazlyn, “donde recibe la atención médica necesaria” para su recuperación. El proceso de rehabilitación física iniciado busca restaurar progresivamente la movilidad en las extremidades afectadas por las graves quemaduras.

Hasta este lunes 6 de septiembre, el número de personas fallecidas como consecuencia de la tragedia en La Concordia se mantenía en 31, según el último reporte oficial emitido por la Secretaría de Salud capitalina. El mismo informe indica que otras 41 personas afectadas por el incidente ya han sido dadas de alta de diferentes centros hospitalarios, mientras que 12 continúan hospitalizadas en distintos centros médicos de la ciudad, recibiendo tratamiento para las lesiones de diversa consideración que sufrieron durante la explosión.
La explosión de la pipa de gas LP de la empresa Silza ocurrió en el distribuidor vial del Puente de La Concordia, generando una emergencia humanitaria y de salud pública que movilizó a diversos cuerpos de rescate, servicios médicos de urgencia y autoridades de los tres niveles de gobierno. El incidente dejó un saldo trágico de víctimas mortales y heridos, entre los cuales se encontraba la pequeña Jazlyn Azulet, cuyo caso ha captado la atención y solidaridad de la sociedad mexicana.
La Fundación Michou y Mau para Niños Quemados ha sido la institución responsable de coordinar y financiar el traslado y tratamiento de Jazlyn Azulet a los Estados Unidos, como parte de su labor habitual de apoyo a menores de edad que han sufrido quemaduras graves y requieren atención médica especializada que no está disponible en México. La organización cuenta con convenios establecidos con hospitales especializados en quemaduras en territorio estadounidense, particularmente con el Shriners for Children Hospital en Galveston, Texas.