Disney y ABC reintegrarán al comediante Jimmy Kimmel a su programación a partir del martes por la noche, revirtiendo la decisión de suspensión tomada la semana pasada tras sus comentarios sobre el fallecido activista conservador Charlie Kirk. La compañía explicó en un comunicado que inicialmente suspendió la producción “para evitar agravar aún más la situación en un momento tan emotivo para nuestro país”, considerando que algunos comentarios del presentador fueron “inoportunos y, por lo tanto, insensibles”, pero que tras conversaciones con Kimmel decidieron reanudar el programa.
La suspensión original de Disney se produjo después de que dos importantes propietarios de emisoras, Nexstar Media y Sinclair, anunciaran que retirarían el programa de Kimmel de su programación luego de un monólogo del presentador el lunes pasado donde hizo comentarios relacionados con la muerte de Charlie Kirk. Sin embargo, la medida desencadenó una significativa reacción de la comunidad creativa, cuando 400 celebridades -incluyendo a Martin Short y Tom Hanks, quienes han creado personajes memorables para Disney recientemente- firmaron una carta de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) denunciando la suspensión como un golpe a la libertad de expresión en Estados Unidos.
El comunicado oficial de Disney señaló: “Hemos pasado los últimos días conversando con Jimmy y, tras ello, decidimos reanudar el programa el martes”. La rápida reversión de la decisión refleja la sensibilidad del tema y la presión ejercida por destacadas figuras de la industria del entretenimiento, quienes argumentaron que la suspensión establecía un peligroso precedente de censura. El regreso de Kimmel representa un equilibrio entre la consideración por el contexto emocional tras la muerte de Kirk y la defensa de la libertad de expresión en los medios de comunicación.
El incidente ocurre en un clima político polarizado en Estados Unidos, donde los comentarios de figuras mediáticas sobre eventos políticos generan reacciones inmediatas y consecuencias profesionales. La reactivación del programa de Kimmel demuestra los complejos equilibrios que las empresas mediáticas deben mantener entre la sensibilidad ante eventos nacionales traumáticos y su compromiso con la diversidad de opiniones en el espacio público. El monólogo que generó la controversia formaba parte de la cobertura regular del presentador sobre temas de actualidad política y social, que caracteriza su estilo humorístico y crítico.
