Exdirector de aduana de Tampico revela red de huachicol fiscal de los Farías

El exdirector de la aduana de Tampico entre 2023 y 2025, ahora testigo protegido de la FGR, delató la existencia de una red de contrabando de combustibles controlada por los hermanos Manuel Roberto y Fernando Farías, sobrinos del exsecretario de Marina, José Rafael Ojeda Durán. Según su testimonio, la operación funcionó mediante sobornos millonarios a marinos y personal de la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM), con un esquema de pagos por cada barco que ingresaba a puerto.

Testimonio clave de un capitán convertido en colaborador

El exfuncionario, identificado con el nombre clave de “Santo”, relató ante la Fiscalía General de la República (FGR) que seis buques cargados con hidrocarburos ingresaron hasta en 14 ocasiones al puerto de Tampico bajo un esquema de corrupción. La red, atribuida a la organización conocida como Los Primos, habría funcionado en la recta final del sexenio de Andrés Manuel López Obrador.

De acuerdo con su declaración, los sobornos se estructuraban con una cuota de un millón 750 mil pesos por cada embarcación, dinero que era repartido entre funcionarios de la aduana y mandos navales. En total, Santo afirmó haber distribuido casi 25 millones de pesos en pagos ilegales durante su tiempo como colaborador de la organización.

La mecánica de los sobornos

El testigo detalló cómo se distribuía el dinero por cada buque:

  • Santo: 300 mil pesos.
  • Personal de UNAPROP: 250 mil pesos.
  • Claudio Estudillo Villalobos, subdirector de Operaciones: 200 mil pesos.
  • Capitán Sergio Varela, subdirector de Vigilancia y Control: 125 mil pesos.
  • Perla Elizabeth Castro Sánchez, jefa de Operaciones: 125 mil pesos.
  • Endira Xóchitl Palomo Chávez, jefa de Recintos Fiscales: 125 mil pesos.
  • Ismaerl Ricaño Matías y Anatalia Jocelyn Gutiérrez, verificadores: 100 mil pesos cada uno.
  • Raúl Mendoza, jefe de Módulos: 125 mil pesos.
  • Modulador: 100 mil pesos.
  • Capitanes Abraham Jeremías Pérez Ramírez y Raúl Tavera González: 100 mil pesos cada uno.

Los buques identificados en la operación incluyen los nombres MTM Hamburg, Ardmore Chippewa, Ardmore MTM Dublin, Hansa Sealancer, Cosmic Glory y Torm Louise.

Manifiestos falsos y cargamentos encubiertos

Según el testimonio, para evitar la detección de las agencias de inteligencia se presentaban documentos falsificados en los que se reportaba que la carga consistía en “aditivos para aceites lubricantes a granel”. Sin embargo, desde abril de 2024, el propio personal que analizaba las muestras advirtió que la mercancía no correspondía a lo declarado, sino a una mezcla de hidrocarburos que desprendía olor característico de combustibles.

La red operó con aparente impunidad durante casi dos años. Los barcos descargaban el producto en pipas y fulles, lo que permitió la distribución en territorio nacional.

Ruptura y confesión

El quiebre entre Santo y los hermanos Farías ocurrió el 19 de abril de 2025, cuando aseguró que su familia recibió una llamada informando sobre un presunto secuestro mientras él viajaba de Tampico a Veracruz. Ese día, dijo, tenía bajo resguardo alrededor de 30 millones de pesos en efectivo. Temiendo por su seguridad, acudió a la FGR para confesar y entregar el dinero.

En su declaración ante la Fiscalía Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (Femdo), afirmó:

“Me siento triste, impotente, avergonzado por no haber actuado antes, fui engatusado y manejado por esa persona”.

Santo fue titular de la aduana de Tampico del 1 de agosto de 2023 al 16 de enero de 2025. Durante ese periodo, señaló que los hermanos Farías contaban con servidores públicos colocados en posiciones estratégicas dentro de la aduana.

Participación de funcionarios

La carpeta de investigación FED/FEMDO/FEIORPIFAMF-CDMX/0000568/2024 derivó en la causa penal 305/2025. Según el expediente, en la red participaron titulares, subdirectores, jefes de departamento, verificadores y personal de alto nivel de la Dirección de Supervisión de Aduanas Marítimas de la ANAM.

El testigo declaró que, del 1 de octubre de 2024 al 15 de enero de 2025, arribaron entre 12 y 14 buques con cargamento irregular. En abril de 2024 llegó el primero, cuya muestra resultó negativa para aditivos, lo que generó sospechas sobre la verdadera naturaleza de la mercancía.

Posteriormente, la autorización para el ingreso de más buques fue concedida por la Administración del Sistema Portuario Nacional (ASIPONA) en Tampico, dirigida en ese momento por el almirante Salvador Camargo Viveros. El control de programación de las entradas estaba en manos de Francisco Javier Antonio Martínez, gerente de Administración y Finanzas.

Montos y distribución

La FGR sostiene que, sumando los ingresos obtenidos por Santo, el monto recibido por permitir el ingreso ilegal de hidrocarburos asciende a 24 millones 500 mil pesos. El dinero provenía de Miguel Ángel Solano Ruiz, alias NK, y era entregado entre tres días y una semana después del zarpe de los buques.

El testimonio de Santo ofrece detalles inéditos sobre la estructura de corrupción que permitió el ingreso de hidrocarburos ilegales al puerto de Tampico durante el periodo señalado.

Compartir esta noticia
Filiberto Cruz

Filiberto Cruz