Los ministros de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ofrecieron emotivos mensajes de despedida durante su última sesión antes de la entrada en vigor de la reforma judicial que eliminará este órgano colegiado el próximo 1 de septiembre. Jorge Mario Pardo Rebolledo, Juan Luis González Alcántara Carrancá, Margarita Ríos Farjat, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena y Loretta Ortiz Ahlf expresaron su gratitud al personal y defendieron su legado, en un ambiente cargado de emotividad donde no faltaron las lágrimas y aplausos.
El ministro Pardo Rebolledo inició las intervenciones afirmando que, “a pesar de los infundios y las calumnias”, los integrantes salientes se retiran “con la dignidad y vocación intactas”. Su voz se quebró al final de su discurso, mientras los presentes respondían con aplausos. González Alcántara Carrancá optó por un tono más ligero, parafraseando al fallecido cantante Gustavo Cerati: “¡Gracias, totales!”, provocando sonrisas entre sus colegas.

La ministra Ríos Farjat destacó que las diferencias de criterio nunca trascendieron más allá de los asuntos jurídicos y lamentó profundamente la desaparición de una Sala que lleva décadas “haciendo historia”. Por su parte, Gutiérrez Ortiz Mena mantuvo un mensaje breve pero contundente, calificando como “privilegio” haber formado parte de este órgano.
Ortiz Ahlf, única ministra que continuará en la nueva estructura de la Corte, recibió una respuesta más discreta del público presente. En su intervención, reconoció los retos institucionales que plantea la reforma pero expresó confianza en que la SCJN sabrá afrontarlos para construir “un poder judicial más democrático, accesible y comprometido con la justicia social”.
Esta sesión marcó el fin de una era para la Primera Sala, que en sus últimas horas decidió no abordar proyectos pendientes sobre temas sensibles como la prisión preventiva oficiosa, el uso de hongos alucinógenos o el litigio entre la periodista Lourdes Mendoza y el exdirector de Pemex Emilio Lozoya. Los ministros prefirieron centrarse en reconocer el trabajo del personal administrativo y judicial que los acompañó durante su gestión.

La reforma judicial, aprobada el año pasado, establece la desaparición de las Salas para convertir a la SCJN en un pleno único. Este cambio ha generado debate entre especialistas, algunos de los cuales consideran que podría agilizar la impartición de justicia, mientras otros temen que reduzca la especialización en el análisis de casos complejos.
Los ministros salientes dejan tras de sí un legado de más de 5,000 resoluciones en materias civil, penal y administrativa. Entre sus fallos más destacados se encuentran decisiones sobre derechos digitales, protección de periodistas y límites al ejercicio del poder público. Sus sucesores, que tomarán protesta el próximo mes, enfrentarán el desafío de implementar el nuevo modelo de operación mientras mantienen la continuidad en la protección de derechos fundamentales.
El acto concluyó con un sentido reconocimiento a los secretarios proyectistas, asistentes y personal administrativo que durante años apoyaron el trabajo de la Primera Sala. Fuentes cercanas a la Corte indican que se prepara un homenaje institucional más amplio para las últimas semanas de agosto, donde se revisitarán las contribuciones más relevantes de este órgano a la jurisprudencia nacional.
Mientras tanto, los ministros salientes comenzarán el proceso de entrega-recepción con sus equipos, asegurando que los asuntos pendientes sean debidamente documentados para su seguimiento por la nueva estructura judicial. La transición ocurre en un contexto donde la SCJN enfrenta crecientes expectativas sociales sobre su papel como garante de derechos y contrapeso democrático.