La Fiscalía General de la República (FGR) anunció este miércoles que presentará un recurso de apelación contra la sentencia absolutoria que liberó a Israel Vallarta, quien permaneció 19 años en prisión preventiva acusado de integrar la banda de secuestradores “Los Zodiaco”, sin que se le dictara sentencia condenatoria. El fiscal general Alejandro Gertz Manero afirmó que existe la obligación jurídica y moral de defender a seis víctimas de secuestro que, según su argumentación, quedaron en estado de indefensión con esta resolución judicial.
La decisión de apelar fue anunciada durante la conferencia matutina del gobierno federal, donde Gertz Manero calificó al secuestro como “el delito más grave después del homicidio”. El funcionario sostuvo que en este caso particular se cometieron diligencias “evidentemente ilegales y abusivas” durante la investigación original, pero insistió en que esto no debe dejar sin protección a las presuntas víctimas. “Es una obligación moral, ética y jurídica defender a las víctimas del secuestro y su derecho a la reparación del daño”, declaró el fiscal.
El caso de Israel Vallarta adquirió notoriedad nacional en 2005 cuando su detención -junto a la ciudadana francesa Florence Cassez- fue transmitida en un operativo televisado que posteriormente se demostró fue un montaje orquestado por Genaro García Luna, entonces director de la desaparecida Agencia Federal de Investigación (AFI), y su colaborador Luis Cárdenas Palomino, ambos actualmente encarcelados en Estados Unidos por vínculos con el narcotráfico.

La jueza Mariana Vieyra Valdez, recién electa en el Poder Judicial, dictó la sentencia absolutoria el pasado 1 de agosto, destacando en su resolución “el efecto corruptor” derivado del montaje policial. En su decisión, la magistrada consideró que las irregularidades en el proceso invalidaban las pruebas en contra de Vallarta, quien siempre mantuvo su inocencia.
En entrevista exclusiva con EFE tras su liberación, Vallarta calificó su salida de prisión como el resultado de “una lucha propia y de su familia”. El hombre, que pasó casi dos décadas en el penal de máxima seguridad del Altiplano -el mismo que albergó a Joaquín “El Chapo” Guzmán-, respondió a quienes cuestionan su inocencia: “Que se traguen su veneno, que lean la sentencia, que aprendan y comprendan”.
Vallarta también desmintió categóricamente los rumores sobre supuestos contactos con la presidenta Claudia Sheinbaum para obtener su libertad: “Yo jamás, insisto, me he vendido con nadie”. Sobre Florence Cassez, su expareja que fue liberada y deportada a Francia en 2013, declaró no saber nada de ella desde 2006.
El ahora liberado compartió detalles de su vida en prisión: “Mientras estaba en prisión, estaba afuera con hambre de justicia plena… con esa esperanza de no pudrirme en la cárcel”, confesó en el departamento que comparte con su esposa, Mary Sainz, quien lo acompañó durante todo el proceso.
Organizaciones de derechos humanos han celebrado la sentencia absolutoria como un precedente importante contra los abusos del sistema de justicia penal, mientras que la FGR insiste en que existen elementos suficientes para sostener la culpabilidad de Vallarta. El recurso de apelación presentado por la fiscalía podría prolongar por varios meses más este caso que ya acumula casi dos décadas de controversias jurídicas y mediáticas.
El desenlace de este proceso judicial podría sentar un precedente significativo sobre el tratamiento de casos donde existen denuncias de montajes policiales y violaciones al debido proceso, particularmente aquellos vinculados a la época en que García Luna dirigía las instituciones de seguridad en México. Mientras tanto, Israel Vallarta intenta reconstruir su vida fuera de prisión, después de que 19 años de su existencia quedaran marcados por uno de los casos más polémicos de la justicia mexicana reciente.