Salida de Iberdrola fue decisión empresarial, asegura gobierno

La presidenta Claudia Sheinbaum afirmó este miércoles que la salida de Iberdrola del mercado eléctrico mexicano respondió exclusivamente a una estrategia corporativa de la empresa española y no a conflictos con el gobierno federal. Durante su conferencia matutina, la mandataria explicó que Iberdrola decidió reorientar sus inversiones hacia Europa tras ganar un importante concurso en ese continente, lo que motivó la venta de sus activos mexicanos a Cox Energy por 4,200 millones de dólares.

La jefa del Ejecutivo destacó que la operación se realizó conforme a la ley, con el pago de todos los impuestos correspondientes, y subrayó que la empresa compradora -de capital mayoritariamente español pero con participación mexicana, europea y estadounidense- tiene planes de invertir 10,700 millones de dólares en México entre 2025 y 2030. “Lejos de ser negativa, esta transacción demuestra confianza en nuestro país”, afirmó Sheinbaum, quien sostuvo que Cox Energy se ha comprometido a cumplir con el marco regulatorio actual.

Sobre el modelo energético, la presidenta recordó que su administración mantiene un esquema donde 54% de la generación eléctrica corresponde al Estado a través de la CFE y 46% a privados. Mencionó que Iberdrola, como otras empresas, operó durante años mediante sociedades de autoabastecimiento que la reforma energética de 2013 buscó regular. Sheinbaum aseguró haber mantenido comunicación con los nuevos directivos, quienes planean desarrollar proyectos en energía, agua y otras áreas estratégicas.

Sheinbaum insistió en que la salida de Iberdrola no afectará el suministro eléctrico ni las tarifas para los consumidores, ya que los activos cambiarán de dueño pero seguirán operando. La transacción incluye seis parques eólicos, tres solares y varias plantas de generación convencional que representaban cerca del 15% de la capacidad privada instalada en el país.

Expertos en energía consultados coinciden en que este movimiento refleja una reconfiguración del sector eléctrico mexicano, donde empresas internacionales reevalúan sus estrategias ante el marco regulatorio actual. Sin embargo, el gobierno federal insiste en que México sigue siendo atractivo para la inversión, señalando los compromisos de Cox Energy como prueba.

Mientras tanto, la Secretaría de Energía supervisará que la transición de operaciones se realice sin afectar a los trabajadores ni a los contratos existentes. Sheinbaum concluyó reiterando que su administración mantendrá un enfoque de “respeto mutuo” con todos los actores del sector energético, siempre dentro del marco legal establecido.

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Filiberto Cruz

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