El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, declaró que México ha realizado todos los esfuerzos diplomáticos y comerciales posibles para evitar la imposición de aranceles recíprocos del 30% por parte de Estados Unidos, programados para entrar en vigor este 1 de agosto. El funcionario señaló que ahora solo queda esperar la decisión final del gobierno estadounidense, manteniendo “confianza en que se logre una resolución favorable” para proteger las exportaciones mexicanas.
Ebrard calificó las negociaciones bilaterales como “muy intensas y complejas”, destacando que México se encuentra en una posición más sólida que otros países afectados por medidas comerciales restrictivas de EU. Sin embargo, evitó especular sobre posibles escenarios, aclarando que cualquier respuesta o ajuste se definirá hasta el viernes, cuando se conocerá el desenlace final de esta etapa de negociaciones.
Los aranceles propuestos afectarían diversos productos mexicanos exportados a Estados Unidos, con excepción de aquellos que cumplen con las reglas de origen del Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC). Esta medida ha generado preocupación en el sector empresarial y las autoridades mexicanas, que temen impactos negativos en las cadenas de suministro y la competitividad comercial.
El secretario de Economía reconoció que aún no existe certeza sobre el resultado final de las negociaciones, pero mantuvo una postura optimista al considerar que México ha cumplido con todos los compromisos comerciales asumidos este año. Ebrard descartó realizar nuevos viajes a Washington antes del viernes, indicando que corresponde ahora al gobierno estadounidense tomar su decisión sobre la aplicación de los aranceles.
La posible imposición de estas medidas comerciales representa un nuevo desafío para la relación económica bilateral, en un contexto donde ambos países buscan fortalecer la integración productiva de América del Norte. Ebrard enfatizó que el gobierno mexicano ha agotado todas las vías disponibles para proteger los intereses comerciales del país, aunque evitó adelantar si se negociará una prórroga o se implementarán contramedidas en caso de que los aranceles entren en vigor.
Analistas comerciales señalan que esta situación prueba la resiliencia del T-MEC frente a tensiones comerciales, aunque también revela vulnerabilidades en sectores específicos de la economía mexicana. El viernes 1 de agosto se conocerá si Estados Unidos mantiene su postura o concede una extensión mientras continúan las discusiones técnicas entre ambos gobiernos.
Mientras tanto, las cámaras empresariales de México monitorean de cerca la situación, preparando estrategias de contingencia para mitigar posibles impactos en los flujos comerciales. El gobierno federal mantiene canales de comunicación abiertos con los sectores afectados, asegurando que cualquier medida de respuesta será proporcional y alineada con los mecanismos de solución de controversias del T-MEC.