La presidenta Claudia Sheinbaum emitió un contundente llamado a la austeridad durante su conferencia matutina en Palacio Nacional, dirigido específicamente a funcionarios y militantes de Morena involucrados en recientes polémicas por viajes internacionales a destinos lujosos. El mensaje se produce tras la difusión de fotografías que muestran al secretario de Organización de Morena, Andrés Manuel López Beltrán (hijo del expresidente López Obrador), y al diputado Daniel Asaf Manjarrez en un exclusivo hotel cinco estrellas en Tokio, Japón.
“El poder debe ejercerse con humildad”, afirmó Sheinbaum ante las cámaras, enfatizando que aunque algunos en la Cuarta Transformación puedan discrepar, su postura sobre la austeridad republicana es firme. La mandataria subrayó la contradicción entre estos viajes y los principios del movimiento: “No puede haber gobierno rico con pueblo pobre”. Las declaraciones ocurren en pleno receso legislativo, periodo que varios parlamentarios morenistas han utilizado para vacacionar en Europa y Asia, argumentando que financian los viajes con recursos propios.
El caso de López Beltrán y Manjarrez (exjefe de la Ayudantía de AMLO) ha generado especial revuelo por tratarse de figuras cercanas al expresidente, cuyo gobierno hizo de la austeridad su bandera principal. Las imágenes muestran a los morenistas en el hotel Okura de Tokio, establecimiento de lujo donde una noche puede costar hasta $500 dólares. Esto contrasta con el discurso oficial que critica los privilegios de la “mafia del poder”.

Sheinbaum, sin mencionar casos específicos, recalcó que los funcionarios tienen “responsabilidad política” y deben comportarse acorde a los principios que dicen representar. “La gente tiene derecho a viajar, pero nosotros tenemos una responsabilidad adicional”, insistió, en lo que analistas interpretan como un intento por marcar distancia con las prácticas de algunos correligionarios sin confrontar directamente al círculo cercano de López Obrador.
La tensión entre el discurso oficial y los hábitos de ciertos morenistas no es nueva, pero alcanza especial relevancia en el primer año del gobierno de Sheinbaum, que busca proyectar continuidad con la “austeridad republicana” promovida por su antecesor. Diputados y senadores defendieron sus viajes argumentando que no utilizan recursos públicos y que están en periodo de receso, aunque reconocen que la percepción pública puede ser negativa.
Este episodio representa un desafío para Sheinbaum, quien debe equilibrar la lealtad al movimiento morenista con la necesidad de mantener credibilidad en su discurso anticorrupción. El llamado a la humildad parece dirigido especialmente a legisladores y funcionarios de medio rango, en un momento donde la oposición ha intensificado sus críticas por lo que califican como “doble moral” del oficialismo.
Mientras tanto, las redes sociales continúan alimentando el debate con nuevas imágenes de morenistas en destinos exclusivos, evidenciando una fractura entre la base militante -que en muchos casos sí adopta un estilo de vida austero- y ciertos cuadros políticos que disfrutan de privilegios asociados tradicionalmente a la clase política que critican.