A partir de este lunes, Estados Unidos aplicará un arancel del 17% a las importaciones de jitomate mexicano, medida que según estudios de la Universidad Texas A&M podría causar un impacto económico negativo de 8,330 millones de dólares en la economía estadounidense. La terminación del Acuerdo de Suspensión del Tomate (TSA) vigente desde 1996 deja vulnerable el comercio bilateral de este producto, del cual México provee el 61% del consumo total en EU.
El análisis de Texas A&M revela que los daños directos a procesadores y comerciantes estadounidenses ascenderían a 3,640 millones de dólares, mientras que los efectos indirectos -como el aumento en gastos familiares- sumarían 4,690 millones. La cadena productiva del jitomate mexicano sostiene actualmente 46,936 empleos en EU, distribuidos principalmente en el sector minorista (20,000 puestos), mayorista y transporte.
Las industrias más afectadas serían:
- Venta minorista (2,170 millones de dólares)
- Venta mayorista (1,460 millones)
- Transporte (619 millones)
- Bienes raíces (269 millones)

Jacob Jensen, analista del American Action Forum, advirtió que el arancel aumentará un 7% el precio al consumidor final. “Reemplazar la producción mexicana requeriría entre 42,000 y 250,000 acres adicionales en EU, superficie equivalente a seis veces el tamaño de Washington D.C.”, explicó.
La medida marca el fin del TSA, acuerdo que durante 27 años limitó el uso de aranceles contra presuntas prácticas de dumping. Mientras productores mexicanos denuncian motivaciones políticas, el Departamento de Comercio estadounidense argumenta que busca proteger a agricultores locales de precios injustos.
El senador por Arizona Mark Kelly criticó la decisión en redes sociales: “Este arancel equivale a un impuesto de mil millones de dólares para las familias estadounidenses y destruirá empleos en Arizona sin justificación”. Expertos de Market Plus coinciden en que la medida deja vulnerable el suministro de tomate fresco en EU, donde la producción local no puede compensar inmediatamente el volumen importado desde México.
El arancel no solo afectará los precios al consumidor, sino que podría reconfigurar toda la cadena de suministro de hortalizas en Norteamérica. Agricultores estadounidenses enfrentarían el desafío de reemplazar cultivos existentes, un proceso costoso y que requiere años de adaptación. Mientras tanto, analistas anticipan que el mayor costo recaerá sobre las familias de bajos ingresos, para quienes el jitomate es un producto básico en su alimentación.
Por su parte, departamento de Comercio de EE. UU. confirmó su retiro y terminación del Acuerdo de 2019 que Suspende la Investigación Antidumping sobre Tomates Frescos de México (el Acuerdo de 2019). El Departamento de Comercio se retira bajo la Sección XI.B del Acuerdo de 2019, que explícitamente le permite tomar dicha medida con un preaviso escrito de 90 días.
A través de un comunicado informó que, ahora que el Acuerdo de 2019 fue terminado, se emitió una orden de imposición de derechos antidumping, lo que resulta en aranceles del 17.09% sobre la mayoría de las importaciones de jitomates de México. Los derechos antidumping se calculan para medir el porcentaje de tomates mexicanos que se han vendido en Estados Unidos a precios injustos.
“México sigue siendo uno de nuestros mejores aliados, pero durante demasiado tiempo nuestros agricultores se han visto afectados por prácticas comerciales desleales que rebajan los precios de productos como los tomates. Esto termina hoy”, declaró el secretario de Comercio, Howard Lutnick. “Este cambio de norma está en consonancia con las políticas comerciales y el enfoque del presidente Trump hacia México”.