Morena impide a aspirantes a gubernaturas presidir el Senado

El grupo parlamentario de Morena en el Senado acordó que sus integrantes con aspiraciones a gobernaturas no podrán presidir la Mesa Directiva de la Cámara alta. La medida, aplicable durante todo el sexenio, afecta a al menos 25 legisladores y busca evitar que el cargo sea usado como trampolín político. Entre los afectados están Imelda Castro (Sinaloa), Ana Lilia Rivera (Tlaxcala) y Homero Davis (Baja California Sur).

Morena, con mayoría absoluta en el Senado, estableció que ningún senador del partido que busque una gubernatura podrá encabezar la Mesa Directiva. La regla también aplica a militantes morenistas integrados en otras bancadas, como Waldo Fernández, quien pertenece al Partido Verde.

La medida surge tras casos como los de Alejandro Armenta y Eduardo Ramírez, quienes utilizaron la presidencia del Senado como plataforma para sus campañas. Según fuentes internas, senadoras como Andrea Chávez (Chihuahua) ya descartaron buscar el cargo para enfocarse en sus aspiraciones estatales.

Entre los legisladores morenistas con aspiraciones gubernamentales figuran Julieta Ramírez (Baja California), Homero Davis (Baja California Sur) y Andrea Chávez (Chihuahua). Imelda Castro y Ana Lilia Rivera, aspirantes en Sinaloa y Tlaxcala, también renunciaron a competir por la presidencia del Senado.

La disposición no solo impacta en las elecciones de 2027, sino que abarca todo el sexenio, cerrando la puerta a quienes no renuncien a sus ambiciones estatales. Morena busca así evitar conflictos de interés y priorizar la estabilidad interna.

En lo que va del siglo, el Senado ha sido presidido 25 veces: ocho por el PAN, siete por el PRI, dos por el PRD y una por el PVEM. Morena acumula siete presidencias y busca su octava. Destacan nombres como Enrique Jackson (PRI), Diego Fernández de Cevallos (PAN) y los morenistas Olga Sánchez Cordero y Alejandro Armenta.

La estrategia de Morena refleja su control en el Legislativo, pero también tensiones internas por las candidaturas estatales. Al restringir el acceso a la Mesa Directiva, el partido centraliza su influencia y reduce competencias entre sus miembros.

Aunque la medida ha sido aceptada formalmente, algunos senadores consideran que limita sus oportunidades. Sin embargo, Morena mantiene firmeza en su postura, argumentando que el Senado no debe ser escalón para campañas estatales.

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Redacción

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