La presidenta Claudia Sheinbaum aseguró que su gobierno alcanzará un acuerdo con Estados Unidos antes del 1 de agosto, fecha en la que el presidente Donald Trump anunció un aumento de aranceles para las mercancías mexicanas. Desde Vícam, Sonora, durante la inauguración del Hospital Rural IMSS-Bienestar, Sheinbaum confirmó que una delegación oficial ya se encuentra en Washington negociando las condiciones comerciales.
Durante su visita a Guaymas, la jefa del Ejecutivo explicó que representantes de su administración, encabezados por el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, se mantienen en diálogo con funcionarios estadounidenses. La mesa de trabajo abarca temas de seguridad, migración, economía, gestión del agua y frontera. Según Sheinbaum, hay condiciones favorables para lograr un acuerdo que evite la aplicación de nuevos gravámenes.
“Creemos, por lo que platicaron el día de ayer nuestros compañeros, que vamos a llegar a un acuerdo con el gobierno de Estados Unidos y vamos a llegar por supuesto a mejores condiciones”, expresó la presidenta. Subrayó que la carta enviada por Donald Trump establece de manera explícita la intención de llegar a un acuerdo antes del 1 de agosto.
Sheinbaum reiteró que, aunque existe disposición para cooperar, su gobierno no permitirá que se comprometa la soberanía nacional. “Podemos trabajar con el gobierno de Estados Unidos; hay algo que no se negocia nunca: la soberanía de nuestro país”, declaró. También enfatizó que enfrenta el problema con “cabeza fría” y con la seguridad de representar la dignidad del pueblo de México.
En respuesta a las críticas y preocupaciones generadas por el anuncio de Trump, la mandataria mexicana señaló que la medida no va dirigida exclusivamente a México, como algunos sectores han afirmado. “Ya ven que luego algunos que no nos quieren andan diciendo que sólo es para México; es a todos los países del mundo”, aclaró.
La imposición de aranceles, según Trump, responde a que México no ha hecho lo suficiente para detener a los cárteles del narcotráfico, a pesar de su colaboración para garantizar la seguridad fronteriza. En su carta, el expresidente estadounidense expresó que las acciones del gobierno mexicano aún no detienen por completo a las organizaciones criminales que, según él, amenazan con convertir a América del Norte en un “patio del narcotráfico”.

Este mensaje fue recibido por el gobierno mexicano como un llamado a negociar, más que una imposición definitiva. Para Sheinbaum, la apertura al diálogo es una oportunidad para defender los intereses económicos del país sin ceder en principios fundamentales.
Además de Marcelo Ebrard, el equipo mexicano en Washington está conformado por representantes de las secretarías de Relaciones Exteriores, Energía y Hacienda. Esta delegación es la encargada de coordinar los esfuerzos para presentar alternativas viables que permitan proteger a las empresas y empleos en ambos lados de la frontera.
La presidenta explicó que la negociación es amplia y no se limita al tema arancelario, lo cual permite construir un marco de colaboración que trascienda el comercio y fortalezca la relación bilateral en otros aspectos estratégicos.
Previo a las declaraciones de Sheinbaum, las secretarías de Relaciones Exteriores y de Economía emitieron un comunicado conjunto en el que reafirman el compromiso del gobierno federal de proteger la planta productiva nacional. Detallaron que, en las reuniones con funcionarios estadounidenses, se insistió en que la medida era injusta y que México no estaba de acuerdo con su implementación.
“Se convino que la primera gran tarea de la mesa permanente binacional será conducir los trabajos para que tengamos una alternativa que permita proteger empresas y empleos en ambos lados de la frontera”, señala el documento.





