La Cámara de Representantes de Estados Unidos, controlada por los republicanos, aprobó este 19 de junio el ambicioso y controversial plan fiscal del presidente Donald Trump con una votación ajustada de 218 a 214. La medida, que ya había sido aprobada por el Senado, busca extender los recortes de impuestos de su primer mandato, aumentar el gasto militar y financiar políticas migratorias, en medio de críticas por su impacto en el déficit y la atención médica.
Con una votación dividida y tras horas de tensión en el Congreso, el plan fiscal propuesto por Donald Trump ha sido ratificado por ambas cámaras del Poder Legislativo estadounidense. El proyecto de ley se convierte en uno de los más significativos del último año, no solo por su magnitud económica, sino también por su carga ideológica y electoral, de cara a las elecciones intermedias de 2026.
La Cámara de Representantes, dominada por el Partido Republicano, dio el visto bueno a la propuesta con apenas cuatro votos de diferencia. Antes, el Senado había aprobado el proyecto con un margen mínimo, debido a que dos republicanos se sumaron a los demócratas en la oposición.

El plan fiscal, bautizado por Trump como su “gran y hermosa ley”, propone extender recortes de impuestos por un valor estimado de 4.5 billones de dólares, herencia de su primer mandato. También contempla un aumento sustancial en el gasto militar y destina recursos a programas de deportaciones masivas y refuerzo de la seguridad fronteriza.
El expresidente había presionado a su bancada para lograr la aprobación antes del 4 de julio, con la intención de vincular este logro legislativo con el Día de la Independencia, un gesto simbólico y estratégico que apunta a fortalecer su imagen política.
Sin embargo, el proyecto ha desatado una tormenta política. La Oficina de Presupuesto del Congreso advirtió que la legislación agregará 3.4 billones de dólares a la deuda nacional, que ya supera los 36 billones. Además, estima que provocará un aumento de más de 3.3 billones de dólares en el déficit fiscal en los próximos 10 años.
Oposición férrea y discurso maratónico
El líder demócrata en la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries, retrasó la votación con un discurso histórico que se extendió por más de ocho horas. Durante su intervención, criticó duramente el proyecto, acusando a los republicanos de priorizar los intereses de los más ricos por encima de las necesidades de la mayoría.
Según los demócratas, la ley representa un “regalo fiscal para los millonarios”, al tiempo que elimina múltiples programas sociales y recorta más de un billón de dólares destinados a la atención médica. Esta situación, afirman, podría dejar sin cobertura a millones de estadounidenses.
El plan también suprime decenas de incentivos a las energías renovables, algo que ha generado alarma entre expertos climáticos y defensores del medio ambiente.
Un debate que marca el rumbo político del país
Más allá de las cifras, este plan fiscal marca una nueva etapa en el proyecto político de Trump. Al insistir en una reforma que concentra beneficios en los sectores de mayores ingresos y aumenta el poder del Estado en materia migratoria y de defensa, el expresidente busca consolidar su base electoral conservadora y perfilarse como figura dominante en el Partido Republicano.

Mientras tanto, los demócratas han prometido llevar el debate a las calles y al electorado, con una narrativa centrada en la desigualdad, la salud pública y la protección del medio ambiente. La batalla por la narrativa ya está en marcha y podría definir el tono de la próxima campaña electoral.