El mundo del fútbol amaneció de luto este jueves tras conocerse la trágica muerte de Diogo Jota Teixeira da Silva, delantero del Liverpool y la selección portuguesa, junto a su hermano André Filipe de 25 años. El fatal accidente ocurrió en la madrugada del 3 de julio en la autovía *A-52* a su paso por Cernadilla, Zamora, cuando el Lamborghini en que viajaban se salió de la vía y quedó completamente calcinado.
Según informaron autoridades locales, los hermanos fallecieron en el acto. El siniestro ocurrió apenas once días después de la boda de Jota con Rute Cardoso, su pareja durante doce años y madre de sus tres hijos. El Liverpool confirmó la noticia mediante un comunicado donde solicitó respeto para la familia y amigos en este momento de dolor.
Los dramáticos momentos del accidente
Fuentes de la investigación revelaron que el vehículo deportivo sufrió un reventón de neumáticos en el kilómetro 65 de la autovía Rías Bajas, lo que habría provocado que el conductor perdiera el control. El automóvil se salió de la calzada alrededor de las 00:40 horas y se incendió inmediatamente después del impacto.
Los servicios de emergencia llegaron rápidamente al lugar, pero solo pudieron constatar el fallecimiento de ambos ocupantes. El vehículo quedó completamente destruido por las llamas, lo que dificultó las labores de rescate. Los cuerpos fueron trasladados al Instituto de Medicina Legal de Zamora para practicar la autopsia correspondiente.

Una estrella en pleno ascenso
Diogo Jota, de 28 años, se encontraba en el mejor momento de su carrera deportiva. El delantero portugués había sido pieza clave para que el Liverpool conquistara la Premier League 2025 bajo el mando de Arne Slot. Con la selección de Portugal, acababa de celebrar el título de la UEFA Nations League junto a Cristiano Ronaldo.
Su trayectoria futbolística comenzó en el modesto Gondomar de su Oporto natal, pasando luego por el Paços de Ferreira donde debutó como profesional. Su talento lo llevó al Atlético de Madrid en 2016, aunque fue en el Wolverhampton donde explotó sus cualidades, formando una recordada dupla con el mexicano Raúl Jiménez. Su traspaso al Liverpool en 2020 por 45 millones de euros marcó el inicio de su consagración como uno de los delanteros más completos del fútbol europeo.
Su hermano André, aunque menos conocido, también desarrollaba una prometedora carrera en el Penafiel de la segunda división portuguesa.
El impacto en el mundo del fútbol
La noticia conmocionó al universo futbolístico. Cristiano Ronaldo, compañero de selección, expresó su dolor a través de redes sociales: “No tiene sentido. Justo estábamos juntos en la selección… A tu esposa e hijos, toda mi fuerza. Descansen en paz”.
La Federación Portuguesa de Fútbol anunció que solicitará a la UEFA un minuto de silencio en el próximo partido de la selección femenina. En su comunicado, destacaron que Jota fue “mucho más que un jugador fantástico”, resaltando su “alegría contagiosa” y su calidad humana.
En Inglaterra, el Liverpool prepara un homenaje en Anfield para el próximo partido de local. Ex compañeros como Mohamed Salah y Virgil van Dijk compartieron emotivos mensajes en sus redes sociales, recordando al jugador como “un hermano dentro y fuera del campo”.
La familia destrozada

El drama trasciende lo deportivo. Rute Cardoso, esposa de Jota, enfrenta la devastadora pérdida apenas días después de su boda. La pareja, que mantenía una relación desde 2013, tenía tres hijos pequeños.
Los padres de los jóvenes enfrentan el dolor inimaginable de perder a dos hijos en un mismo instante. La comunidad portuguesa en Liverpool ya comenzó a organizar velas y memoriales espontáneos cerca del estadio Anfield.
Un legado que perdura
Aunque su carrera fue truncada prematuramente, Diogo Jota deja un legado imborrable. Sus goles decisivos en el Liverpool, sus actuaciones memorables con Portugal y su carisma dentro y fuera del campo lo convierten en una figura inolvidable del fútbol moderno.
Mientras las investigaciones sobre las causas exactas del accidente continúan, el mundo del deporte llora la pérdida de dos jóvenes cuyo potencial quedó truncado en una curva de Zamora.