Por: Fernanda Aguilar
Sí, leíste bien: e.l.f. Beauty acaba de comprar Rhode, la marca de Hailey Bieber, por mil millones de dólares. M-i-l. Pero lo más interesante no es solo la cifra, sino cómo Hailey lo hizo a su manera: vendió… pero sigue al mando.
Rhode nació en 2022 con un lineup minimalista, cute y bien pensado. No intentó competir con mil productos desde el día uno. Arrancó con una rutina de tres pasos, empaques perfectos para Instagram y, obvio, una embajadora que es prácticamente una red social..
Y explotó… Solo en su primer año, Rhode vendió más de 200 millones de dólares. La gente no solo quería sus lip treatments, quería ese glow que solo Hailey parecía tener.
Antes de que todas quisieran “romper TikTok”, e.l.f. ya estaba ahí, creando sonidos que se quedaban pegados, colaborando con influencers antes de que fueran mainstream, y logrando sold outs con productos de menos de $10. Entendieron cómo hacerse virales de verdad.
Ellos no solo vieron en Rhode una marca deseada. Vieron un movimiento.Así que pusieron sobre la mesa un buen deal: $800 millones en cash + $200 millones en acciones. Pero lo mejor es esto: Hailey sigue como directora creativa y jefa de innovación. O sea, vendió… pero no soltó. Y eso es poder.
A pesar del famoso (y flojo) post de Justin cuando salió su portada en Vogue, Hailey está en su mejor momento. Mientras muchos la subestiman, ella firma acuerdos de nueve ceros, lidera una marca que creó de cero y mantiene el control creativo.
Rhode ahora tiene el respaldo de una empresa gigante, pero sigue teniendo su ADN, su piel glow, su visión. Hailey no solo vendió una marca. Se aseguró de quedarse como la jefa.
Y eso habla de algo mucho más grande: de cómo las nuevas generaciones de empresarias no están interesadas solo en hacer marcas lindas, sino en construir imperios con intención, visión y estrategia. Rhode no fue un experimento. Fue un plan bien ejecutado.Y hoy, con mil millones en la mesa y Hailey aún al volante, queda claro que estamos viendo la evolución del beauty game en tiempo real.
Una nueva era donde el glow es negocio… y las mujeres mandan.
