Malos hábitos que están afectando tu digestión sin darte cuenta

Por: AK

¿Te pasa que terminas de comer y al poco rato ya estás hinchado, con pesadez o sensación de que la comida “se quedó ahí”? Aunque solemos culpar directamente a la comida, la forma en que vivimos también influye muchísimo en cómo funciona nuestro sistema digestivo.

Hay ciertos hábitos súper comunes, y fáciles de corregir, que podrían estar afectando tu digestión sin que lo notes. Aquí te contamos cuáles son y cómo empezar a cambiarlos hoy mismo.

Comer rápido y sin masticar bien

En la rutina diaria, comer se vuelve todo un reto. Lo haces frente a la compu, con el celular en la mano o de pie en la cocina. Pero comer así provoca que entre una cantidad más alta de aire a tu sistema, no mastiques bien y tu estómago tenga que hacer más trabajo del que le toca. El resultado: gases, hinchazón y digestión lenta.

Tip: Trata de hacer de cada comida un momento consciente. Baja la velocidad, mastica bien cada bocado (mínimo 20 veces) y desconéctate de pantallas, en la medida de lo posible, al menos durante la comida.

Saltarte comidas o comer a deshoras

Ir al trabajo sin desayunar, almorzar muy tarde o cenar justo antes de dormir… Todo eso desajusta tu sistema digestivo. Cuando no eres constante, el cuerpo entra en “modo estrés” y puede ralentizar procesos, entre ellos, la digestión.

Tip: Aunque no tengas mucha hambre, procura mantener horarios específicos. Comer algo pequeño pero nutritivo es mejor que dejar pasar muchas horas sin nada.

Tomar poca agua

La hidratación es clave para que tu intestino funcione bien. Si no tomas suficiente agua, todo se volverá más lento, desde la digestión hasta el tránsito intestinal (sí, el estreñimiento aparece).

Tip: Lleva siempre una botella contigo. ¿Te aburre el agua sola? Agregá rodajas de limón, pepino o unas hojas de menta.

No regular el estrés

El estrés no solo afecta tu mente, también tu intestino. Cuando estás con tensión, el cuerpo libera hormonas que pueden generar inflamación, molestias estomacales, cambios en el apetito y digestión más pesada.

Tip: Realiza pausas durante el día, respira profundo, camina unos minutos y prueba con técnicas como meditación o yoga. Dormir bien también ayuda muchísimo.

Comer por ansiedad o aburrimiento

¿Comes mientras ves TikTok sin darte cuenta si tenías hambre o no? Eso puede llevarte a comer de más, más rápido y sin disfrutar, dando como resultado una digestión pesada, gases y malestar.

Tip: Antes de comer, pregúntate: ¿tengo hambre o solo estoy aburrido, ansioso o cansado? A veces un vaso de agua, una charla o salir a caminar es justo lo que tu cuerpo necesita.

Además, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), otros hábitos que también impactan tu digestión son: dieta baja en fibra, alta en grasas y azúcares, consumo excesivo de alimentos procesados, sedentarismo, falta de higiene en la manipulación de alimentos y el consumo de ciertos medicamentos. 

Recuerda, tu digestión es un reflejo directo de tu vida diaria. No se trata solo de lo que comes, sino de cómo, cuándo y en qué estado lo haces. Escucha a tu cuerpo, intenta pequeños cambios en tu rutina, y vas a notar la diferencia. 

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Redacción

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