Por: PE
Este martes 27 de mayo de 2025, Carlos Vela, uno de los futbolistas mexicanos más talentosos y carismáticos de su generación, anunció oficialmente su retiro del fútbol profesional. A través de un emotivo video publicado en su cuenta de Instagram, el delantero de 36 años expresó:
“A lo largo de mi carrera he vivido momentos muy especiales, pero ha llegado el momento de oficialmente retirarme del fútbol profesional. No hay palabras suficientes para expresar el agradecimiento que tengo por mi familia, todos los clubes que me dieron la oportunidad y a la afición por su apoyo y cariño. Ha sido un honor y un privilegio compartir mi carrera con todos ustedes.”

Fueron 19 años de una carrera imborrable en el fútbol internacional
Su carrera comenzó con un brillante desempeño en el Mundial Sub-17 de 2005, donde fue campeón y máximo goleador del torneo. Posteriormente, jugó en clubes europeos como el Arsenal, Salamanca, Osasuna y la Real Sociedad, donde se consolidó como una figura destacada. En 2018, se unió al LAFC de la MLS, convirtiéndose en el máximo goleador y asistente en la historia del club, y siendo nombrado Jugador Más Valioso en 2019 tras anotar 34 goles en una sola temporada.

Aunque su relación con la Selección Mexicana fue intermitente, Vela representó al país en los Mundiales de Sudáfrica 2010 y Rusia 2018, dejando momentos memorables para la afición. Sin embargo, siempre quedará la sensación de lo que pudo ser y no fue: 2014 debió haber sido su Mundial. Llegaba en el mejor momento de su carrera, con un nivel altísimo en Europa, pero decidió no formar parte del equipo. Muchos creemos que con su presencia, la historia del Tri en Brasil pudo haber sido distinta.
Tras su retiro, Carlos Vela continuará vinculado al fútbol como embajador del LAFC, rol en el que buscará inspirar a nuevas generaciones y fortalecer los lazos entre el club y la comunidad.

El legado de Carlos Vela trasciende las estadísticas; su estilo de juego elegante, su visión en el campo y su capacidad para emocionar a los aficionados lo convierten en una figura inolvidable del fútbol mexicano. Pero también se le recordará por lo que no fue, por esa incógnita que nos acompañará siempre: ¿Qué tan grande habría llegado a ser si el fútbol lo hubiera apasionado tanto como lo hacía jugarlo bien? Esa duda, tan humana, tan suya, es lo que lo convierte en un mito. Un genio que decidió vivir el fútbol a su manera y que, tal vez por eso, nunca lo vamos a entender, pero tampoco a olvidar.