Tras el fallecimiento del papa Francisco el día de hoy, 21 de abril del 2025, se abre la interrogante de quién ocupará el trono de San Pedro por los siguientes años. Francisco dejó un hueco en el corazón de los fieles católicos que esperan con fe la próxima elección del sumo pontífice.
La elección de un papa es un rito y ceremonia tradicional y antigua que se ha ido transformando con el paso de los años. Usualmente ocurre cuando un papa muere para sucederlo con otros candidatos, sin embargo, ha ocurrido que los papas renuncien como en el caso de Benedicto XVI, que dimitió de su puesto. En esa ocasión se celebró un nuevo cónclave que resultó en el nombramiento de Jorge Mario Bergoglio, el recién fallecido papa Francisco.
¿Qué es un cónclave?
Un cónclave es una reunión mediante la cual los cardenales eligen al nuevo papa fuera de la vista de los fieles y del público en general; se realiza una elección cerrada. La palabra “cónclave” proviene de la palabra en latín cum clave que significa “bajo llave”.
Para que un cardenal pueda votar por el siguiente papa debe ser menor de 80 años. Todos los que votan son elegibles para ocupar el cargo vacante.
Los cardenales votantes se encierran en la Capilla Sixtina a emitir votos para escoger al siguiente en ocupar el puesto; permanecen bajo puerta cerrada hasta llegar a una decisión. Para que un papa sea elegido, deben estar de acuerdo dos terceras partes de los cardenales en un mismo nombre. En ese caso, humo blanco saldrá de una chimenea sobre la Capilla Sixtina para avisar al mundo la decisión.
Las únicas personas fuera de los cardenales que pueden estar dentro del cónclave son maestros de ceremonias que reparten las papeletas donde los cardenales emiten su voto.
Al finalizar la votación, se cuentan los votos en voz alta y de no llegar a un acuerdo se queman con aditivos químicos para que la chimenea de la Capilla emita humo negro.
La fumata, la quema de papeletas que causa el humo negro (o blanco, en el caso de ya tener un papa) es la señal para indicar a los fieles, a la ciudad del Vaticano y al mundo que aún no existe quien ocupe el puesto de papa. Se trata de un símbolo mundialmente conocido y que representa la comunicación entre los cardenales y los fieles.
En 2013 se reveló que para hacer el humo negro se mezcla perclorato potásico, antraceno y azufre, mientras que para el humo blanco, se utiliza clorato potásico, lactosa y resina de conífera.
Habemus papam
Antes de la elección del papa, el Vaticano entra en la modalidad de “sede vacante”, puesto a que no tienen un jefe de Estado y jefe de la iglesia.
Si no logran ponerse de acuerdo después de tres días, los cardenales comienzan una jornada de oración y reflexión hasta que se retomen las votaciones. Cuando se elige el siguiente papa, el humo blanco sale por la chimenea, con la buena noticia, y es anunciado por el cardenal más longevo frente a la Plaza de San Pedro.
Foto de portada: Por Tenan – Trabajo propio, CC BY-SA 3.0 via Wikimedia Commons
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