8M: ¿Por qué no se debe felicitar a las mujeres ni celebrar este día?

Aunque es posible que lleves a cabo esta práctica de buena fe, o que te lo hayan dicho muchas veces, el día de la mujer es una fecha que tiene como objetivo conmemorar la lucha de mujeres que han buscado que sean respetados sus derechos a lo largo de la historia, así como también reflexionar y protestar por aquellos derechos que faltan por alcanzar. 

No se trata de una celebración “por ser mujer”, no es una “moda” ni una estrategia comercial que anime a consumir algún producto. Las felicitaciones no caben en una fecha como el 8M que ha permeado en México como un día de protesta contra la violencia que rodea a las mujeres y que es el duro recordatorio de que la garantía total de los derechos y la seguridad no es una realidad en este país o en muchos otros. 

Las mujeres enfrentan día a día problemáticas relacionadas con su género como la brecha salarial, los roles de género hasta violencia, acoso sexual y feminicidios. En México, diariamente entre 9 y 10 mujeres son asesinadas. La mayor parte de estos quedan impunes.

El hecho de recibir una felicitación no implica algo malo. No todas las personas están enteradas de lo que significa este día, por lo que lo ideal agradecer la felicitación y difundir la información para que el verdadero significado del 8M llegue a más personas.

Foto: Rubí Salgado via Pexels

El origen del 8M

El Día Internacional de la Mujer fue definido por la Organización de las Naciones Unidas en 1975 debido a, de acuerdo con la misma organización, los movimientos feministas durante la Revolución Rusa. Sin embargo, hay muchos acontecimientos que apuntan a la historia de este día de memoria y fuerza femenina. 

En primer lugar, está 1857 en Nueva York. Un grupo de trabajadoras de una fábrica textil protestaron por sus condiciones laborales, especialmente duras con las mujeres en términos salariales. Las mujeres podían llegar a tener menos de la mitad de ganancias que los hombres, lo que las llevó a alzar la voz en contra de la injusticia

Las protestas terminaron de forma violenta, pero pasaron a la historia como un levantamiento que ponía sobre la mesa una verdad incómoda: a los hombres los trataban de mejor forma, aunque hacían lo mismo.

Durante 1907 la alemana Clara Zetkin dirigió la Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas en Stuttgart donde comenzó a hablarse del voto femenino; un año después una huelga de mujeres obreras iniciaría. También protestaban por las injusticias laborales. 

Fue en 1910 cuando se propuso la creación de un día específico para el día de la mujer trabajadora: se llevó a cabo en marzo gracias al encuentro Internacional Socialista de Mujeres en Copenhage, Dinamarca. 

Sin embargo, uno de los hechos definitivos para la creación del 8M fue el incendio de la fábrica Triangle Shirtwaist en el que 123 mujeres fallecieron junto a otros 23 hombres. Todos tenían condiciones laborales deplorables.

El caso propició que los derechos de las mujeres y los derechos laborales tuvieran un avance; las movilizaciones que surgieron después del descontento social llevaron a las autoridades a acceder a mejoras salariales y condiciones de trabajo más óptimas para las trabajadoras.

Hoy en día se recuerdan no solo estas historias sino muchas otras de mujeres que buscaron una mejora para sus pares y para ellas mismas. Las manifestaciones, pancartas y consignas recuerdan que hay toda una historia de violencia y opresión que persigue a las mujeres pero que ni antes ni ahora, puede seguir en silencio y sin denuncia.

Foto de portada: Pexels

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Ana Sierra

Ana Sierra