El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) informó este miércoles que 8.3 millones de personas salieron de la pobreza entre 2022 y 2024, reduciendo el porcentaje nacional del 36.8% al 29.6%. Los Indicadores de Pobreza Multidimensional muestran mejoras en ingresos y acceso a derechos básicos, aunque persisten desafíos en seguridad social y cobertura médica, particularmente en estados del sur del país.
La medición, que continúa la metodología del extinto CONEVAL, combina análisis de ingresos (línea de bienestar de 3,696 pesos mensuales en zonas rurales y 6,559 en urbanas) con seis dimensiones de derechos sociales. Claudia Maldonado, titular de Medición de Pobreza del INEGI, destacó que el ingreso promedio de los hogares creció 10% en tres años, alcanzando 25,955 pesos mensuales, con las transferencias gubernamentales evitando que 6.2 millones adicionales cayeran en pobreza.

El informe revela contrastes regionales alarmantes: mientras Chiapas (66%), Guerrero (58.1%) y Oaxaca (51.6%) lideran las tasas de pobreza, Baja California (9.9%) y Baja California Sur (89,300 personas) registran los mejores indicadores. A nivel nacional, 7 millones permanecen en pobreza extrema y 41.9 millones son vulnerables por carencias sociales, siendo la seguridad social la deficiencia más extendida.
La presidenta Claudia Sheinbaum celebró que la pobreza se redujo 12.3 puntos porcentuales desde 2018, aunque expertos advierten que los avances podrían ser frágiles sin políticas focalizadas en las entidades más rezagadas. El INEGI, que asumió estas mediciones tras la desaparición del CONEVAL en julio, enfatizó que los datos servirán para rediseñar estrategias contra la desigualdad estructural.
El documento de 147 páginas del INEGI desglosa cómo la recuperación del empleo formal (con remuneraciones que aportan 45.8-58.5% del ingreso familiar) y programas sociales (17.7% del ingreso corriente) impulsaron la movilidad social. Sin embargo, el acceso a salud solo mejoró parcialmente (44.5 millones sin cobertura vs 50.3 millones en 2022), sin recuperar los niveles de 2016 (18.7 millones).
Graciela Márquez, presidenta del INEGI, explicó que la Encuesta Nacional de Ingresos (ENIGH) permitió identificar que el 58.1% de los mexicanos invierte entre 31 minutos y 2 horas diarias en traslados laborales, factor que incide en su calidad de vida. El Estado de México concentra el mayor número absoluto de pobres (5.5 millones), seguido de Chiapas (3.8 millones) y Veracruz (3.6 millones).
Las transferencias monetarias representan el 23.9% del ingreso en hogares vulnerables, evitando que 4.2 millones cayeran en pobreza moderada y 2 millones en extrema. No obstante, el aumento de 4 millones en población vulnerable por carencias sociales (total 41.9 millones) señala la necesidad de reforzar políticas de inclusión laboral y cobertura universal de salud.
El reporte servirá como línea base para evaluar la efectividad de programas sociales en el nuevo sexenio, con énfasis en cerrar brechas entre entidades federativas. Mientras la pobreza urbana disminuyó significativamente, las zonas rurales del sur enfrentan desafíos persistentes que requerirán intervenciones multisectoriales coordinadas.
El INEGI anunció que publicará microdatos en septiembre para permitir análisis académicos más profundos. Simultáneamente, la Secretaría de Bienestar prepara una estrategia focalizada en 100 municipios con mayor pobreza extrema, donde se concentra el 68% de esta población. Los resultados completos están disponibles en el sitio oficial del INEGI, incluyendo desgloses por edad, género y etnicidad.